El Pleno del Congreso ha aprobado este miércoles por amplia mayoría la
propuesta de resolución pactada por el PP, CiU, UPyD, UPN y CC con
medidas para reforzar la transparencia y combatir la corrupción
política, sin que ningún grupo parlamentario haya votado en contra.
Además de los partidos firmantes, el acuerdo contra la corrupción ha
sumado al PNV y tres formaciones del Grupo Mixto: Esquerra Republicana,
Compromís-Equo y Foro Asturias.
Sólo hubo dos votos en contra, de los diputados socialistas
Nacho
Sánchez Amor y
Víctor Morlán, presumiblemente por error ya que el Grupo
Socialista optó por abstenerse. Finalmente tampoco rechazaron el acuerdo
ni Izquierda Plural, ni el BNG, ni Amaiur, ni Geroa Bai, pues todos
ellos se decantaron por la abstención.
Pedro Quevedo, de Nueva Canarias,
no participó en la votación.
Eso sí, en la sesión plenaria también se votaron otras propuestas
de resolución para combatir la corrupción, promovidas por el PSOE,
Izquierda Plural y UPyD, que fueron rechazadas merced a la mayoría
absoluta del PP.
El texto aprobado abre la puerta a la inclusión de la Corona en el
ámbito de aplicación de la Ley de Transparencia al pedir la
incorporación a esa norma de aquellas "entidades e instituciones que se
financian esencialmente a través de dinero público".
Aunque la moción no menciona expresamente a la Jefatura del
Estado, el portavoz adjunto de CiU,
Pere Macias, sí ha dejado claro
durante su intervención en el Pleno del Congreso que esa mención a las
"instituciones", que el PP no recogía en su redacción original, debe
interpretarse como aplicable a la Casa del Rey.
La iniciativa establece que ese acuerdo entre las fuerzas
políticas debe incluir cuantas medidas sean precisas para que "los
ciudadanos aumenten su confianza en las instituciones". Entre otras
cosas, se cita la elaboración de un "pacto ético" entre los partidos
respecto al tratamiento de los casos de corrupción y de los encausados,
una fórmula acuñada por la Izquierda Plural.
Informe de una comisión independiente También incorpora, como defendía el PSOE, la creación de una
comisión independiente formada por personas de amplio reconocimiento y
prestigio social que elabore un informe para su remisión al Parlamento
sobre la regeneración democrática.
La propuesta de resolución emplaza al Gobierno a aprobar seis
proyectos de ley en esta materia, cuatro de ellos ya propuestos por el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la semana pasada en el
hemiciclo.
En concreto se alude a la Ley Orgánica de Control de la Actividad
Económica y Financiera de los Partidos Políticos, que obligará a los
partidos a remitir su contabilidad al Tribunal de Cuentas en los
primeros tres meses del año siguiente al ejercicio al que se refieran y
regulará el papel de los responsables económicos financieros de estas
organizaciones y el tratamiento de las donaciones a los partidos
políticos.
También prevé que la Ley Reguladora del Ejercicio de las Funciones
Políticas, el futuro Estatuto del Cargo Público que propuso el
presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, afecte a los cargos públicos que
están "al servicio de la Administración General del Estado", es decir,
que no obligue a los que pertenecen al sector autonómico o local, como
defendían los nacionalistas
Estatuto del cargo público Este Estatuto debería incluir la regulación de la publicación de
las declaraciones tributarias, de bienes y de actividades de los cargos
públicos; la realización de auditorías de la situación patrimonial de
los altos cargos al final del mandato; el establecimiento de escalas de
retribución de los cargos públicos de la Administración General del
Estado; la determinación y límites de los sistemas de protección social;
la limitación de la compensación tras el cese, y el refuerzo de la
Oficina de Conflicto de Intereses.
En cuanto a la modificación del Código Penal, otra de las reformas
legislativas que forman parte del acuerdo anticorrupción, el texto
aboga por la inclusión, entre otros, de los delitos de financiación
ilegal y enriquecimiento "injustificado" de los cargos públicos
electivos. Asimismo, se determinará el aumento de los plazos de
prescripción para esos delitos.
Respecto a la reforma de la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas,
además de más instrumentos de control que permitan "optimizar la
capacidad de respuesta en tiempo adecuado" del órgano fiscalizador,
prevé el establecimiento de fórmulas de colaboración por parte de la
Agencia Tributaria, la Seguridad Social y la Oficina de Conflicto de
Intereses.
Asimismo, el pacto incluye la reforma de la Ley de Contratos del
Sector Público, para fortalecer el régimen de las prohibiciones de
contratación con el sector público a todas las personas físicas y
jurídicas condenadas por corrupción, y la modificación de la Ley de
Enjuiciamiento Criminal y, en su caso, de la del Poder Judicial, para
clarificar la competencia de los Tribunales y agilizar la investigación
de los casos de corrupción.
Regular los 'lobbies'Además de las reformas legislativas la enmienda emplaza a buscar
acuerdos en el ámbito parlamentario para incluir en la Ley de
Transparencia a partidos, sindicatos, organizaciones empresariales y
"aquellas entidades e instituciones que se financian esencialmente a
través de dinero público". También aboga por que las obligaciones de
transparencia para las formaciones políticas entren en vigor de forma
inmediata.
De la misma manera, las comisiones parlamentarias correspondientes
deberán estudiar la regulación de las organizaciones de intereses o
"lobbies", nuevas medidas contra el transfuguismo político, posibles
reformas para facilitar el "impulso y tramitación" de las iniciativas
legislativas populares, y la "inmediata" puesta en marcha de la Oficina
Presupuestaria de las Cortes Generales, cuya creación se aprobó en la
anterior legislatura, pero nunca se activó.
También habrá de estudiarse cómo trasladar a los diputados y
senadores las normas de transparencia que se incluyan en el futuro
Estatuto de Cargo Público y establecer un "procedimiento concreto de
publicidad de las declaraciones tributarias, de actividades y de
bienes".
Asimismo, el acuerdo defiende medidas para modernizar las campañas
electorales (sondeos, tratamiento por los medios, debates e incluso
duración) y alude a una posible reforma de la Ley Orgánica del Régimen
Electoral General para mejorar el procedimiento de votación de los
ciudadanos españoles residentes en el exterior.
Lea también:- La Corona está ya un poco más cerca de ser incluida en la Ley de Transparencia