Ante todo una precisión para algunos lectores, sobre todo de mis artículos en
Diariocrítico,
que me acusan de tener una especie de fijación contra el PSOE e
Izquierda Unida. He de aclarar que estos artículos están escritos
fundamentalmente para
Andalucía Crítica, edición andaluza del
digital que yo dirijo y por ello me suelo centrar en cuestiones que
ocurren en esta comunidad. Como resulta que en Andalucía quien Gobierna
actualmente es el bipartito PSOE-IULV-CA que preside Griñán, después de
casi cuarenta años ininterrumpidos de Ejecutivos socialistas, lo lógico
es que yo critique al poder andaluz y no centre mis artículos en
criticar lo que hace el Gobierno valenciano, catalán o madrileño o el PP
andaluz. No se trata de una excusa sino de una aclaración para todos
aquellos que, desde cualquier punto de España, siguen mis escritos en la
edición nacional de este periódico digital que los acoge semanalmente,
cosa que agradezco tanto si comparten mis tesis como si no lo hacen. Si
ustedes quieren opiniones sobre asuntos de política nacional, junto a la
mía pueden "pinchar" a otros colaboradores que, desde
Fernando Jaúregui a
Raúl Heras, pasando por
Fermín Bocos,
Luis del Olmo,
Manuel Juliá,
Andrés Aberasturi o
Antonio Miguel Carmona, entre otras muchas, conocidas y dilectas firmas, exponen sus tesis para todos los gustos y tendencias.
Salvado este punto, quería centrarme hoy en la decisión del presidente de la Junta,
Pepe Griñán de
no celebrar este año el habitual ágape que su Gobierno da cada 28 de
febrero, Día de Andalucía, en los jardines del Palacio de San Telmo, y
limitar los actos institucionales al izado de la bandera blanquiverde en
el Parlamento y a la entrega de los títulos de Hijos Predilectos y las
medallas de oro en el Teatro de la Maestranza. Dice el portavoz del
Ejecutivo andaluz,
Miguel Ángel Vázquez, que este año se suspende
la recepción en San Telmo por la crisis económica. ¡Vamos, anda. a otro
perro con ese cuento! El aperitivo, que este año tendría el aliciente
de contar con la presencia, entre otros, de famosos del cine como
Antonio Banderas,
Melanie Griffith o
Alberto Rodríguez, del flamenco como
Maria Rosa o
Manuel Gerena, de la pintura como
Carmen Laffón o
Miguel Rodríguez Acosta, del deporte como
José Manuel Sierra o de la empresa como
José Manuel Lara,
Manuel Barea o
Lola Gómez Ferrón,
habría convocado al acto a numerosos medios de comunicación que habrían
estado más atentos a este acto institucional que a la algarada
callejera que han convocado los socios de Griñán junto a los sindicatos
UGT y CC.OO.para celebrar la festividad.
No nos engañemos. Desde
hace muchos años, ningún miembro de la oposición, ni del PP-A ni de
IULV-CA, ha estado presente en los actos institucionales del Día de
Andalucía. Y este año tampoco pensaban acudir e iba a resultar un poco
extraño que no asistieran el vicepresidente y dos consejeros de la Junta
de Andalucía, así que lo mejor era cancelar lo máximo posible e incluso
cambiar los horarios del acto del Parlamento y del de la entrega de
medallas para que todo el mundo pueda acudir a la manifestación, aunque
sea con traje y corbata. Aunque se afirma que ni el presidente de la
Junta ni los miembros del Consejo de Gobierno acudirán a la
manifestación, lo cierto es que la Junta está alentando la protesta
calentando el panorama previo con la sempiterna cantinela del agravio
comparativo. El hecho de que
Montoro solo le haya dado a Griñán
la mitad del dinero solicitado en el FLA, ha sido la excusa para que los
socialistas vuelvan a hablar de la discriminación a Andalucía por parte
de la derecha. Por eso, además de
Diego Valderas y los consejeros de IULV-CA, además de
Sánchez Gordillo y los jornaleros del SOC, en la manifa del 28-F estará también presente la plana mayor del PSOE andaluz. Faltaría más.
Ignoro
si los andaluces secundarán la marcha o preferirán aprovechar el puente
para marcharse a la playa aunque dada la inflación de manifestaciones
de protesta que estos días inundan el centro de las ciudades, es posible
que todo quede en una más. Claro que los ahijados de
Méndez y
Toxo, es decir,
Pastrana y
Carbonero, tratarán de echar el resto para agradar a
Griñán que
es quien, al final, les suelta la pasta. Y es que no están los tiempos
como para enemistarse con el jefe local cuando el Gobierno central está
congelando las subvenciones y proponiendo un control exhaustivo de los
dineros concedidos a sindicatos y empresarios. Está visto que con las
cuotas de los afiiados de las banderitas rojas, no se va a ningún lado
¿verdad Manolo?¿verdad Paco?. A estos sólo les falta vestirse de gitana y
acudir a San Telmo con una ramita de romero diciéndole a Griñán aquello
de "por fa, Pepe, dame argo"-