La columna de G. Lendoiro: "Maribel Verdú y los desahuciados"

Reconozco que me emocionaron las palabras de Maribel Verdú en la gala de los Goya. Fueron certeras, directas y emotivas. Pero claro, hay cosas en la vida que pierden su razón de ser depende de quién las diga, cómo las diga y en qué momento las diga. Si Oubiña me recomienda en un vídeo corporativo que no tome drogas, me entra la risa floja. Si Bretón pide la pena de muerte para de Juana Chaos, me sorprendería muchísimo. Si el Vaticano habla de los pobres de la tierra rodeado de lujos, me desconcierto. Y si Maribel Verdú habla de los desahuciados los ojos, se me ponen como platos. 

Y no es porque haya ido vestida de Dior que me da igual que se lo compre o se lo hayan prestado. Si es la imagen de Dior, mejor para ella, buenos dineritos le reportará. Siento que una marca española no tenga el cheque tan listo para ella para contratarla como marca porque Maribel, además de ser una grandísima actriz, es guapísima y tiene una planta fantástica. Pero ése es otro cantar, ése es el problema de las marcas españolas y, si no se quieren gastar el parné en actrices como ella, peor para ellos.
No van, decía, por ahí los tiros. Van por otro lado. Resulta que la actriz participó en una campaña de publicidad hace 3 años. Recomendaba una financiera, la UCI, asociada al Banco de Santander y que, según las malas lenguas, vendía (siempre presuntamente) hipotecas basura. Esas mismas que son las responsables (siempre presuntamente) de los desahucios de la gente de la que ayer se acordaba de Maribel. ¿Habrá algún desahuciado que se decidiera a contratar una hipoteca con esa financiera -(que ahora lo desahucia) gracias a que lo recomendaba Maribel Verdú? Es más que probable que sí. Las marcas se gastan mucho dinero en que las celebridades hablen de sus productos porque saben que los consumidores compran más si alguien famoso lo recomienda.

¿Sabe la guapa y buenísima actriz que los afectados precisamente por UCI se manifestaron hace bien poco? (diciembre del 2012) Decían: "queremos demostrar nuestra indignación por la reiterada actitud de UCI al negarse a atender el ruego desesperado de las familias que debido a la crisis, han caído en mora y se ven paulatinamente sometidas a un proceso judicial que termina en la subasta de su casa, al denigrante desahucio y finalmente al pago de una deuda personal impagable, haciendo evidente que nos hemos convertido en esclavos financieros de una trama organizada que partió de la sobretasación de los pisos por los que nos hipotecamos con ilusión de futuro y se han convertido en nuestras tumbas"

Podrá ahora decir que usted no sabía de las maldades de esas hipotecas (menudas condiciones tienen, por cierto) y tendríamos que creerla como se cree a la infanta Cristina cuando se dice que ella "no sabía nada de lo que su marido hacía o de lo que firmaba"; o como tenemos que creer a Mariano cuando dice que él de sobres rien de rien. ¿Tampoco sabía que esas hipotecas engañaban (supuestamente) a los que las suscribían, por eso las recomendaba?, ¿verdad? ¿Nop se leyó usted los términos de lo que accedió a anunciar (es de duponer que a cambio de dinero) y a recomendar. Pues sepa usted, señora, que las gentes que le pagaron a usted por anunciar ese producto son, ni más ni menos, los mismos que están procediendo a echarlos de sus casas. Por lo tanto, al menos moralmente, es igual de culpable que ellos por cómplice. Rectifique y devuelva ese dinero, pero no se lo dé usted al Santander, que esos son ricos, déselo a esas personas que se quedaron sin sus casas, sin sus esperanzas, sin sus vidas...quién sabe cuántas guiadas por sus consejos. Estos que vienen a continuación.

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