Abandono y fracaso escolar en la España de las autonomías
martes 12 de febrero de 2013, 13:20h
Abrir el periódico en Madrid, y encontrarme que las Illes
Balears, de las que procedo, se encuentra en el lugar 14 de las 19 Autonomías
con mayor fracaso escolar, en % de jóvenes que abandonan los estudios de 18 a
24 años en 2011 con un 30.7%, es decir que es la 6ª en peor situación detrás de
Ceuta con un 42.5, Andalucía 32.5, Castilla-Mancha 31.6, Canarias
31.5 y Murcia con 30.2, de una media nacional de 26.5, es algo que me
preocupa y me ocupa. No acabo de comprender la razón, ya que si cuando yo
estudié, no había Universidad en Mallorca y había que ir a Barcelona, se podía
comprender que el aislamiento evitara el progreso de la cultura Balear, pero
hoy, eso no es justificación.
Si encima, según el informe PISA, España es el país de
Europa con más jóvenes que ni estudian ni trabajan ya que el 23,7% de los
adultos de entre 15 y 29 años estaban en esta situación en 2010, casi ocho
puntos por encima de la media de la OCDE (15,8%), englobados bajo el apelativo
de Generación "nini", según el informe Panorama de la Educación 2012 de
la OCDE. Casi ocho puntos por encima de
la media de los países desarrollados (15,8%). Lo importante pues, es
que hay grandes diferencias, según las
comunidades autónomas, lo que demuestra que no se debían haber transferido esas
competencias ya que en todas las Comunidades Autónomas, la
tasa autonómica mayor triplica a la menor, como es el caso entre el País Vasco
(12,6% en 2010) y Baleares (36,7%). Por debajo de la media estatal se sitúan
también las regiones de Navarra (16,8%), Asturias y Madrid (22,3%), Galicia
(23,1%), Castilla y León (23,3%), Aragón (23,7%), Cantabria (23,9%), el País
Vasco (12,6%) y La Rioja (28,1%).
Por encima de la media nacional están, además de Ceuta y
Melilla, Cataluña (29%), Comunidad Valenciana (29,2%), Canarias (30,4%),
Extremadura (31,7%), Castilla-La Mancha (33,2%), Andalucía (34,7%) y Murcia
(35,5%).En 2010 la tasa bajó en todas, excepto Asturias, donde subió, y
Cantabria, donde se mantuvo. A nivel nacional, en 2010 la tasa se colocó en el
28,4%, un año antes, eran el 31,2%; el 31,9% en 2008, cuando estaba comenzando
la crisis, y el 29,1% en 2000.La tasa española, con diferencias entre
comunidades, sigue cerca del doble de la media de la UE (15%) y casi triplica
el objetivo para 2020 en toda la Unión (10%).
Según algunas interpretaciones, la crisis económica hace que
el sistema educativo retenga a más alumnos y recupere a otros que dejaron los
libros con formación escasa durante la bonanza económica atraídos por un
mercado laboral que animaban la construcción y el turismo. Pero las
repercusiones son desiguales por sexos, ya que eran el 37,4% de hombres los que
engrosaban el abandono en 2009, frente al 24,7% de mujeres.
Desde hace años, el Gobierno central y las Comunidades
Autónomas colaboran en los Programas de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA)
para la prevención del fracaso y abandono escolares, que este curso se
aplicarán en 4.181 centros de primaria y secundaria de todo el país. Y con el
fin de evitar que los alumnos con más dificultades se queden por el camino, el
Gobierno central ha impulsado una reforma de la ESO y la Formación Profesional
basada en pasarelas entre las dos etapas y dentro de la secundaria postobligatoria.
Sin embargo, los sindicatos de enseñanza pública han alertado de que la
reducción de 2.000 millones de euros en los presupuestos tendrán consecuencias
"muy graves" en la calidad escolar.
Según Dolor Alvarez, en un artículo en la Vanguardia:
señala, que el fracaso escolar es un lastre social, es algo ya conocido por su
impacto en las familias, la salud y la cohesión social. En Estados Unidos se
relaciona incluso con la tasa de delincuencia. Pero el problema tiene, además,
un impacto directo para las arcas públicas, pues a menor formación, menor
salario y menor consumo. La patronal catalana Cecot, lo ha cuantificado: una
persona con estudios universitarios, paga en impuestos casi el triple que las
personas sin estudios, señala además,
que de media un universitario aporta impuestos (por su nómina) por importe de
7.763 euros al año, mientras que una persona con estudios primarios paga una
media de 2.780 euros. Es decir, hay una diferencia de 5.000 euros anuales por
persona.
Aunque con la crisis han tendido a bajar más los salarios de
las personas con más formación, los estudios siguen marcando la gran diferencia
en las escalas retributivas. De acuerdo con los datos de Cecot, la escala desde
una media de 8.550 euros por persona y año para los empleados con educación
primaria o inferior hasta los 13.878 de los que tienen educación superior. Y
dado que normalmente todo el mundo tiene a relacionarse con personas de un
nivel educativo similar las diferencias también se observan si se analizan los
hogares, "las unidades de consumo", según Cecot. "Las pautas de
consumo se ven claramente afectadas por los niveles formativos de los
individuos", señala el informe. Así, el gasto medio va desde los 23.302
euros/año de los hogares sin estudios a los 40.782 euros en el caso de
universitarios. Con esta base, Cecot ha realizado una simulación respecto al impacto que tendría para las arcas
públicas la reducción del fracaso escolar. "Si se consiguiera reducir en
un 25% las personas asalariadas con estudios primarios y se aumentara en el
mismo porcentaje el número de asalariados con estudios secundarios las
aportaciones monetarias a las arcas públicas serían de casi 9 millones de euros
mensuales (más de 107 millones al año)". Y los ingresos adicionales
llegarían a más de 322 millones de euros anuales en el caso de que el 75% de
las personas que en la actualidad sólo tienen formación primaria tuvieran
estudios secundarios.
Más alarmante si cabe es la relación entre estudios y
desempleo. Hoy el paro está castigando a todos los sectores pero no con igual
dureza: el 59% de los hombres analfabetos está en paro mientras que sólo lo
está un 5,5% de los que tienen un doctorado. "El aumento exponencial de
las tasas de paro se da entre la población con menos estudios", sostiene
Cecot, que advierte además de los riesgos de pobreza y exclusión social. En el
mismo informe se recuerda que en España el gasto público en educación en
relación con el PIB es de los más bajos de Europa. Por este motivo, Cecot advierte que reducir el
gasto en políticas educativas "puede tener consecuencias económicamente
nefastas a largo plazo". La patronal que preside Antoni Abad apuesta por
establecer un sistema educativo más eficiente y adaptado a las necesidades
tanto del alumno como del mercado laboral. Eso precisa estabilidad normativa,
reforzar los sistemas de formación continua y ocupacional, potenciar programas
de inserción laboral y fomentar la corresponsabilidad familiar contra el
fracaso escolar.
Lo que vale para Catalunya, vale para el resto de las
Comunidades, no estudiar y/o abandonar los estudios tiene un alto coste para España. A mayor formación,
menor riesgo de acabar en la cola del paro del INEM.
* BERNARDO RABASSA
ASENJO
PRESIDENTE DE CLUBS Y FUNDACIONES LIBERALES.
COMMODORE OF IBERIA OF IYFR.
MIEMBRO
ASOCIADO DE ALIANZA LIBERAL EUROPEA (ALDE), PREMIO 1812
Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.
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