Esta joven Denominación
de Origen Protegida hace un balance positivo de estos diez años, "somos una
Denominación de Origen joven y, desde luego, luchadora; comenzamos con una
ilusión que se mantiene intacta en la actualidad, pero siendo conscientes de
las dificultades que tenemos estas organizaciones en cuanto a la generación de
recursos para poder seguir avanzando. Nuestro único objetivo es trabajar para
ofrecer los mejores vinos".
La organización
mantiene la certeza de que D.O.P. Ribera del Júcar y calidad son términos que van
indisolublemente unidos, "un detalle muy importante es que nuestros vinos, como
nota media y comparados con los vinos de Castilla-La Mancha, tanto de D.O. como
de los Vinos de la Tierra de Castilla, son los mejor puntuados en la Guía Peñín
2013. Este hecho no hace más que corroborar estos diez años de trabajo y
calidad, llenos de distinciones y premios".
Pionera en cuanto a los
cambios normativos que comenzaron a implantarse en el sector hace diez años,
esta D.O.P. considera que todos estos cambios "revolucionaron el sector de las
Denominaciones de Origen, en cuanto a la separación de la responsabilidad de
control, gestión y promoción; o dicho de otro modo, se terminó con el concepto
de juez y parte, que hasta ese momento estaba establecido".
Esta "separación de
poderes", modo en el que actualmente están enmarcadas todas las Denominaciones
de Origen de Castilla-La Mancha, fue en su momento un cambio muy radical, que
algunos sectores no supieron entender y sin el que, en este momento, no se
entendería el concepto de "Denominaciones de Origen".
9.000 hectáreas de viñedo
El territorio de la
D.O.P. Ribera del Júcar cuenta con una extensión de más de nueve mil hectáreas
de viñedo, situadas en los municipios del sur de Cuenca, Casas de Benítez,
Casas de Fernando Alonso, Casas de Guijarro, Casas de Haro, El Picazo,
Pozoamargo y Sisante
El terruño manchego sigue manteniendo tras diez años de vida su
esencia de exclusividad, "la tradición y la personalidad tan marcada de
nuestros vinos tintos son las claves principales de su diferenciación en el
mercado; llevamos diez años siguiendo las prioridades que nos caracterizan: la
calidad de nuestros vinos y el trabajo en equipo".
"Un compromiso social" con Cuenca
Esta Denominación de
Origen localizada en el sur de Cuenca está concebida como un proyecto donde la
comunidad gira en torno al equilibrio del ecosistema vitivinícola. Una de las
máximas de esta Denominación de Origen, que se ha mantenido durante su corta
pero intensa vida, es fomentar el desarrollo de los pueblos que viven de la
viticultura, "no podemos dedicarnos solamente a vender vino, tenemos un
compromiso social con nuestra gente, con los trabajadores de nuestros pueblos".
La calida de los vinos
de la D.O.P. Ribera del Júcar está intrínsicamente ligada a la calidad de sus
suelos y de sus viñedos. Se trata de suelos profundos y terrenos
arcilloso-calcáreos, cubiertos de cantos rodados y que se asientan sobre una
altiplanicie mesetaría con una altitud media que ronda los 750 metros.
Esta incomparable
situación y el especial microclima de la Ribera del Júcar aseguran unas
condiciones excelentes para el cultivo de la vid.
Las variedades de vid
que se incluyen en la denominación son en tintas: Bobal, Cencibel o Tempranillo, Cabernet Sauvignon,
Merlot, Syrah, Petit Verdot y Cabernet Franc y en variedades blancas Moscatel
de Grano Menudo y Sauvignon Blanc.
El 50 % de las
variedades tienen una edad de entre 35 y
40 años, lo que asegura una buena relación entre la producción y la calidad de
la uva. En este sentido, destaca entre estas variedades, la variedad
"Bobal" y la variedad "Moscatel de Grano Menudo", muy arraigas en esta
zona.