"Triple A" y "El rescate", libros para entender la crisis
De marcapáginas, antiácido
domingo 10 de febrero de 2013, 10:07h
Aviso: saquen la sal de frutas, el Almax y todo antiácido que
tengan a mano en el botiquín. Para leer estas líneas les van a hacer falta. Ya,
no es muy buena venta, pero qué quieren que les diga, los números rojos se
cocinan con ingredientes indigestos y cuando periodistas como Bruno Cardeñosa o
Ignacio Escolar (este mano a mano con el economista Emilio Ontiveros) se
empeñan en hacer un CSI del despiporre de la crisis, el bochorno que provoca la
verdad es tan incómodo de tragar, como necesario conocer.
"Triple A. ¿Quién mueve los hilos?" (Ed. Cúpula) es el nuevo libro
de Bruno Cardeñosa (periodista y autor prolífico, por cierto, que va a título
de investigación por año). En "W de Wikileaks" ya destripó tejemanejes
políticos y en esta nueva entrega nos sirve los higadillos de una crisis
necesaria para mantener el sistema. Ahora que hasta el gobierno de Estados
Unidos pone sobre la mesa una demanda a Moody's o Standard & Poor's, la
responsabilidad de las agencias de calificación en este sindiós parece más que
evidente: "Utilizaron intencionadamente las
notas que ponían a los productos financieros y, tras la crisis, hicieron lo
mismo con los gobiernos que tenían que ampliar su deuda, con la intención de
enriquecerse ellos y sus clientes. Entre los correos electrónicos que se han interceptado
a los analistas de estas agencias, hay uno que lo resume todo: "Hagámonos ricos
mientras este castillo de naipes no se derrumba". Y eso hicieron... ahora lo
pagamos todos", afirma Cardeñosa, que no duda en calificar a las calificadoras
con la Triple A de "Alianza Antiderechos
Antihumanidad".
Que si no va a haber rescate, que si esto no es Portugal, ni
Grecia, ni Argentina... Aquí la esperanza es lo último que se pierde (¿o son las
ganas de mentir?) pero para el autor de "Triple A", el "corralito", haberlo,
haylo: "No hemos llegado hasta el límite de impedir a la gente ir al banco y
sacar dinero, pero sí se ha procurado que la gente tenga menos, pueda emplear
poco, porque con poco o con nada se ha quedado. Las medidas que se han tomado
para hacer frente a la crisis son un auténtico corralito en sí mismo, pero mucho
más organizado y meditado que el que sufrieron los argentinos hace algo más de
una década, pero en el fondo es lo mismo: que paguen las personas de a pie y no
las que provocaron esta debacle".
Parecida tesis sostienen Ignacio Escolar y Emilio Ontiveros
en "El rescate" (Ed. Aguilar), una larga conversación entre periodista y
economista sobre las causas que nos llevaron al pozo, qué responsabilidad
tuvieron quienes prestaban y gastaban a espuertas y en qué lugar nos deja esto
(aparte de más pobres): ¿rescatados? ¿Desconfiados? ¿Emigrados? ¿Fuera de
Europa?
Sencillo, ágil y fácil de leer (que no de tragar), "El
rescate" pone sobre la mesa el mapa de situación de la crisis y, a modo de GPS,
marca una posible solución para llegar a la meta del número negro: estímulo de
la demanda, dignificación de la política, no seguir subiendo impuestos (y
emplear mejor el dinero recaudado con los que ya soportamos), apostar por el
emprendimiento y el talento y pasar del ladrillo como tótem del crecimiento a
un modelo donde el turismo y el ocio cultural nos puedan dar una ventaja
competitiva. Quizá convendría enviar un ejemplar a La Moncloa.