domingo 10 de febrero de 2013, 09:19h
Visto lo visto no es necesario que esperemos a febrero. Aquí siempre es
Carnaval. Cuando no son los políticos, son los jueces, cuando no es la
Junta de Andalucía con sus EREs y sus guerreros, es el Gobierno central
con sus recortes y sus bárcenas o los catalanes con sus independencias y
sus pujoles. Nos gusta más un cachondeo que a un tonto un lápiz.
Mientras en Cádiz los coros, las comparsas, las chirigotas y los
cuartetos ponen su mijita de guasa al panorama, otras altas instancias
parecen querer imitarles dictando sentencias dignas del teatro Falla. La
última, ya lo habrán podido comprobar ha sido el auto emitido por el
Tribunal Superior de Justicia de Andalucía sobre dos
causas abiertas contra el parlamentario andaluz de IU y alcalde de
Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo, a raíz de su
actuación como piquete informativo durante la huelga general del día 29
de marzo de 2012. El alto Tribunal andaluz ha archivado sendas denuncia
contra Juan Manuel Sánchez
Gordillo por sus actuaciones como piquete en un instituto de educación
secundaria de El Rubio y en un supermercado, una oficina de la
Diputación de Sevilla, una oficina de empleo, una finca y una tienda de
la localidad sevillana de Estepa. Mi pregunta es ¿qué diferencia hay
entre que un individuo acuda a una oficina bancaria con el rostro
cubierto por un pasamontañas y armado con una pistola de juguete y se
lleve tres mil euros y que cincuenta indocumentados ocupen un Mercadona,
amenacen a las cajeras y se lleven unos carritos repletos de productos?
Sinceramente, yo que soy lego en la materia, no veo mucha, pero quizás
sea por pura ignorancia y falta de cultura social y legal.
Dice
el TSJA que "no es constitutivo de infracción penal afear la conducta
a quienes no secundan la huelga ni acudir en masa a los
establecimientos abiertos al público sin más arma que la palabra, el
ruido o la presencia física, con la finalidad de provocar que los
responsables tomen la decisión de cerrar el establecimiento, a menos
que, manifestada por éstos la decisión de mantenerse en el puesto de
trabajo, el piquete lo impida físicamente o mediante amenazas
verosímiles". Bueno pues puestos a comparar, yo considero bastante más
peligroso que te entren en el establecimiento cincuenta tíos dando
gritos y voces y amenazando con tirarlo todo por los suelos, que lo haga
un menda acojonado por mucho que asegure que va a liarse a tiros con un
arma que no tiene ni tambor. Y si es por los disfraces, tanto unos como
otro van con sus caras ocultas. Uno con un pasamontañas o una media de
su señora y los otros con los sombreros de paja, los pañuelos palestinos
y las barbas. Así que tampoco en eso veo una diferencia fundamental a
la hora de condenar a uno y exculpar a los sindicalistas del SOC.
Quizás
la cuestión fundamental esté en el llamdo escenario del crimen. No es
lo mismo atracar El Corte Inglés, una oficina del Santander o del BBVA
que asaltar un Mercadona, un Día, un LIdel o un Más. Ya se sabe que los
supermercados abusan de los precios. No hay más que ver la miseria que
le pagan a los agricultores y el precio al que venden el kilo de
naranjas. No hay derecho. Los bancos, sin embargo son mucho más
asépticos y considerados con sus clientes, si te estafan con las
preferentes lo hacen siempre con letra pequeña para que no te des
cuenta. Dónde va a parar. Ya lo decía la chirigota "Las verdades del
banquero", finalistas el viernes en el Falla, ellos no tienen nada suyo,
todo lo que tienen "es tuyo, tuyo y tuyo". Claro que a lo peor uno de
lleva mil euros en efectivo y los otros lo que hacen es "comprar sin
dinero" tres mil euros de productos de las estanterías. Como pueden
observar no hay color.
En cuanto a las formas, no es lo mismo que
el atracador te diga "todo el mundo quieto, entréguenme el dinero y
nadie saldrá herido" que la amenaza, verbal, claro, de Sánchez Gordillo
que dijo (sic) "como vengamos y esto esté abierto,
entramos dentro, esté la Guardia o no esté la Guardia... y además mañana
hay huelga general, y pasado, y nosotros estamos organizados, como
sindicato... es decir, si no hacéis casos y ahora cerráis, y dentro de
media hora tenemos que venir otra vez, mañana, pasado y el otro podemos
venir 500 y hacer lo que pensamos hacer. Y es que te tiramos todo lo que
hay ahí, porque tiramos todo al suelo y va a tener que poner aquí a
trabajar 20 días a la gente... me has entendido, ¿no?". Como ven las
formas de coacción entre uno y otros no tienen nada que ver. El peligro
del chorizo y sus amenazas son bastante más explícitas (?) que las de
los jornaleros de Gordillo.
Claro que quizás la diferencia entre
uno caso y otro esté en los protagonistas. No es lo mismo que el
atracador se un don nadie, que el asaltante sea nada más y nada menos
que el diputado andaluz, lider del SOC y de la CUT-BAI, ocupante asiduo
de fincas de terratenientes andaluces, alcalde de Marinaleda y habitual
portada veraniega de los más importantes periodicos del mundo como el
New York Times. Para más inri, como todos ustedes saben, Juan Manuel Sánchez Gordillo es
un luchador por la libertad de Cuba, Palestina y de Euskadi, uno de los
principales dirigentes de IULV-CA, que dirige el vicepresidente de la
Junta y aliado de Pepe Griñán, Diego Valderas. Con todos
estos antecedentes, el TSJA no va a tratar a ambos con el mismo rasero,
digo yo. Aquí, afortunadamente aún hay clases y clases.
O, por
último, quizás la diferencia esté en que este caso podría haber sido
instruído por un juez que, según han publicado algunos medios de
comunicación, fue nombrado miembro del TSJA a propuesta de la coalición
IULV-CA. Dios me libre de pensar mal no sea que me empapelen, pero he de
reconocer que la Fiscalía ha estado rauda y presta a recurrir el auto
en cuestión. Al menos esto demuestra que la Justicia no está todo lo
ciega que aparenta la estatua ni tan sorda como una tapia ni tan muda
como Harpo Marx.
Con todo, no me digan que algunos hechos que
contemplamos en esta bendita tierra no son dignos del Carnaval.
Esperemos que llegue pronto el Miércoles de Ceniza y recuperemos la
seriedad en esta tierra de, como decía don Antonio Machado,
charanga y pandereta, cerrado y sacristía, devota de Gordillo y de
María, de espíritu burlón y alma quieta...que vive en un carnaval
perpétuo.