Los nombres Moddy's, Standard & Poors y Fitch, que
suenan en los titulares de la prensa escrita -y no sólo económica- desde hace
al menos tres años, están ahora en entredicho. Las 'famosas' agencias de
calificación que tanto han contribuido al empeoramiento de la crisis financiera
por su mala mano manejando las previsiones y calificaciones de empresas,
mercados y países, se enfrentan ahora a una cucharada de su propia medicina.
El pasado martes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos
acusaba de fraude a la neoyorquina Standard & Poor's (S&P) y a su casa matriz, McGraw-Hill, por inflar las calificaciones que daba a productos financieros de alto riesgo. La exigencia de Estados Unidos para con S&P subiría a al menos unos 5.000 millones de dólares (3.7 mil millones de euros) por concepto de "defraudar" a los inversores al haberles hecho creer que eran objetivas unas calificaciones "deliberadamente" manipuladas, con el fin de lucrarse.
Además, este mismo viernes, la Justicia estadounidense se ha mostrado interesada en presentar una demanda conjunta también contra Moody's, por las mismas razones por las que se demandaría a S&P. Sin embargo, fuentes de Europa Press apuntan que Estados Unidos esperará a ver el resultado de la demanda contra S&P antes de lanzarse a por otra agencia de calificación.
Fitch rebaja la nota... de S&PAhora bien, la tercera agencia en cuestión que le faltaría a Estados Unidos por demandar sería la inglesa Fitch, que, según indica Reuters, es un actor "menos importante" y que influye menos en el país norteamericano. Aún así, Fitch no se queda fuera del pastel de las polémicas de las agencias de calificación porque su última jugada ha sido rebajar la nota, nada más y nada menos, que de su contrincante: Standard & Poor's. Tal y como anuncia un comunicado publicado por la
web de Fitch Ratings, la agencia ha colocado a McGraw-Hill (casa matriz de S&P) en la categoría BBB+, lo que se podría traducir en un equivalente al 'bono basura'.
El caso de Estados Unidos es pionero en un enfrentamiento
tan directo con las agencias de calificación. Pero no es tanto la demanda en sí
como la consecuencia de que el resultado judicial sea favorable para el país lo
que puede colocar el mercado financiero patas arriba. Si los Estados Unidos
gana la batalla y Standard & Poor's indemniza a los inversores puede servir
de precedente para que otros países hagan lo mismo y reclamen cifras
escandalosas por daños seguramente aún más escandalosos.
Lea también:- EEUU carga contra las agencias de calificación: coloca a S&P "en el centro de la crisis financiera"