Los hechos ocurrieron el pasado miércoles en Ciudad Real, cuando un policía local asesinó presuntamente a su expareja a las puertas de un centro con locales comerciales donde trabajaba, situado en la calle Real de la capital ciudadrealeña. Después se suicidó de un disparo en un aparcamiento situado enfrente del lugar de los hechos.
Ambos habían mantenido una relación sentimental y eran naturales de la localidad de Bolaños de Calatrava. El presunto agresor tenía dos hijos de una relación anterior, y la víctima, por su parte, tenía un hijo de 8 años de edad también de otra relación.
El policía local tenía una orden de alejamiento desde el pasado 8 de diciembre tras una denuncia interpuesta por la víctima, medida que fue revocada este mismo lunes después de que el Ministerio Fiscal solicitara el sobreseimiento provisional de la causa "por no quedar debidamente acreditados los hechos motivo de la denuncia, a la vista de las versiones contradictorias de la partes, la no persistencia de la denunciante en la incriminación y el desistimiento del recurso".
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