Tras el fracaso del pasado mes de noviembre en la negociación del presupuesto de la UE,
los líderes europeos retoman en Bruselas las negociaciones de las
cuentas para el periodo 2014-2020. El acuerdo no será fácil pues hay dos
posturas claramente opuestas: la austeridad de Alemania y las políticas
que contribuyan al crecimiento que defienden Francia, España e Itali
La cumbre extraordinaria para negociar el presupuesto
plurianual de la UE para 2014-2020 ha quedado suspendida por esta noche y
se reanudará el viernes. El presidente del Consejo Europeo, Herman Van
Rompuy, ha propuesto a los líderes de la UE mantener el recorte de
80.000 millones de euros en el presupuesto europeo, pero para facilitar
un consenso limita el impacto en las partidas de agricultura y cohesión,
esenciales para España.
En concreto, Van Rompuy propone incrementar en 11.000
millones de euros las ayudas regionales y en 7.700 millones de euros las
subvenciones agrícolas. En contraste, los fondos destinados a mejorar
la competitividad de la economía europea se reducirán en 13.100 millones
de euros, de los cuales 5.000 millones corresponden a infraestructuras
de transporte, según han explicado fuentes diplomáticas.
La nueva oferta no incluye ningún recorte en gasto
administrativo y salarios de los funcionarios, lo que indica que Van
Rompuy se guarda esta partida como última carta para la negociación. En
particular, el primer ministro británico, David Cameron, le ha reclamado
disminuciones en esta partida de entre el 25% y el 30%, en línea con
los aplicados en Reino Unido.
Los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE iniciaban la
cumbre en un ambiente de profundo pesimismo y marcadas divergencias. La
reunión comenzó a las 22.07 GMT, con más de tres horas de retraso sobre
la agenda inicial debido a que se prolongaron los encuentros bilaterales
por los presidentes del Consejo, Herman Van Rompuy y de la Comisión
Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, con cada uno de los
Veintisiete.
Una reunión larga y complicadaEn el breve discurso de apertura de la cumbre, Van Rompuy
auguraba una reunión "larga y complicada" para tomar una decisión
relativamente simple: "Asegurarnos de que la Unión tiene el dinero para
hacer lo que queremos que haga para todos nosotros, a sabiendas de las
estrecheces presupuestarias en todos nuestros países".
"La propuesta que
pongo sobre la mesa es un presupuesto de moderación, que los tiempos
reclaman", manifestaba el político belga.
El presupuesto comunitario para los próximos siete años
se sitúa en torno a un billón de euros, sobre los que hay una propuesta
inicial de recorte de 80.000 millones de euros, que es rechazada por
excesiva por un grupo de países, mientras que otros la consideran escasa
como Reino Unido, Suecia u Holanda, entre otros.
Las bilaterales o "confesionarios" han servido a Van
Rompuy para saber hasta qué punto cada uno de los Jefes de Estado y de
Gobierno está dispuesto a defender su postura y dónde podrían ceder, con
el fin de revisar su propuesta inicial.
"Hacer más con menos dinero
requiere elecciones políticas. Es doloroso, incluso cuando los recortes
se reparten", ha admitido el presidente del Consejo Europeo, quien ha
pedido a los líderes ser "sensatos y realistas" a la vez, porque el
presupuesto debe estar orientado al futuro.
"Mi propuesta se centra en
crecimiento y empleo en todas las regiones y en distintos sectores
económicos, en investigación e inversiones (...) a la vez que se asegura
que Europa sigue ofreciendo resultados que nuestros ciudadanos
esperan", ha señalado.
Las tesis españolas
España "dará su batalla" para obtener un presupuesto
plurianual de la UE "razonable", declaraba en Bruselas el presidente del
Gobierno español Mariano Rajoy, señalando sin embargo que "no sería un
drama" si no se alcanzara un acuerdo en esta cumbre.
Rajoy realizaba
estas declaraciones a su llegada al Consejo Europeo para reunirse antes
del inicio de la cumbre con los presidentes de la UE, Herman Van Rompuy,
y de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
"A mí me gustaría que hubiera un acuerdo pero en caso de
no haberlo, tampoco sería un drama", añadía, para subrayar que las
negociaciones "no son fáciles" y que se trata de la primera cumbre
dedicada al presupuesto 2014-2020.
"Sería la primera vez que a la
primera (...) se aprobara y además el año anterior de su entrada en
vigor", precisaba.
Rajoy defendía asimismo que España venía a Bruselas "con
un espíritu constructivo" para lograr "un buen presupuesto para Europa y
para España". "Queremos que salga una cosa razonable", afirmaba, aunque
se negaba a precisar números.
España forma parte del grupo de países que no quieren
perder las ayudas que reciben mediante el presupuesto, especialmente
ahora que su economía acumula 15 meses consecutivos de caída del PIB y
tiene a la cuarta parte de la población activa en el paro.
Antes de la Cumbre, Rajoy mantuvo una reunión con Van
Rompuy en la que le trasladó el rechazo de España a su propuesta de
presupuestos. Además, el presidente del Gobierno español se reunió, por
separado, con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el presidente
francés, François Hollande, con quien hace frente común para evitar los
recortes planteados en los fondos destinados a la política agraria.
Los
primeros ministros de Italia y Portugal, Mario Monti y Pedro Passos de
Coelho, respectivamente, fueron otros de los líderes europeos con los
que se vió en Bruselas el jefe del Ejecutivo español. España podría
perder con esas cuentas comunitarias casi 20.000 millones de euros en
ayudas regionales y agrícolas.
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