La organización de los Boy Scouts puede parecer de otra época, pero si pretende mantenerse en activo en una sociedad desarrollada que defiende los derechos humanos tendrá que actualizarse sí o sí.
Esta asociación juvenil mantiene a día de hoy la prohibición de admitir a homosexuales como miembros de su 'club' y aunque en julio de 2012 ya abrieron el debate sobre el tema, hoy no han estado a la altura. Este miércoles debían resolver una sencilla cuestión: ¿continuarían siendo una organización que fomenta la homofobia y la discriminación? No han sabido responder y han optado por aplazar su decisión hasta el mes de mayo. Mala señal si necesitan tanto tiempo en responder sobre algo tan básico como la igualdad.
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