Como
decían en '1984', el 'delito no es rentable' porque el 'Gran Hermano' nos
vigila a todos. Y eso ha tenido que aprenderlo forzosamente el diputado del PP
por Valencia
Vicente Ferrer, a quien el Tribunal Supremo ha acordado pedir al
Congreso el suplicatorio para juzgarle por un supuesto delito contra la seguridad del
tráfico. Es decir, por conducir supuestamente beodo.
En un Auto
de la Sala de lo Penal del Supremo, fechado el 15 de enero pero dado a conocer
este miércoles, el Alto Tribunal tira abajo la
'sentencia de conformidad' a la
que el diputado del PP había llegado con el Juzgado de Instrucción núm. 19 de
Valencia, que instruía las Diligencias Urgentes 142/2012 incoadas a resultas
del Atestado de la Policía Local de Valencia 7435/12, de 30 de septiembre.
Los
hechos ocurrieron en septiembre de 2012, cuando Vicente Ferrer fue condenado
por circular ebrio, ya que triplicó la tasa de alcoholemia, según recogía la
citada
sentencia de conformidad. La Policía Local de Valencia había parado a
Vicente Ferrer porque conducía de "forma zigzagueante" y dando
bandazos. Como
recogía el diario Levante en su edición del 4 de octubre, se da
la circunstancia curiosa de que
"Vicente Ferrer llamó a José Luis
Rodríguez Zapatero "timonel borracho" cuando era presidente del
Gobierno. Ayer afirmó que su declaración fue malinterpretada".
El caso
es que el diputado del PP fue parado por dos agentes de la Policía Local en la
avenida del Levante UD de Valencia. Los agentes sometieron al político a la
prueba de alcoholemia y dio 0,79 miligramos de alcohol por litro de aire
espirado, cuando el límite es 0,25. El diputado, que no desveló su condición de
aforado, dio en la segunda prueba 0,82 y en la tercera 0,84. Según recogía la
sentencia de conformidad, Vicente Ferrer presentaba "aspecto abatido,
aliento alcohólico, rostro rojizo, ojos acuosos, pupilas dilatadas, habla
pastosa, ropa sucia" y caminaba con balanceos.
El
diputado reconoció los hechos en el juzgado de guardia y aceptó como condena
ocho meses de retirada de carné y el pago de una multa de 900 euros. Pero, como
Ferrer es diputado, disfruta de la condición de aforado, por lo que sólo puede
ser juzgado por el Tribunal Supremo. Así las cosas, el Supremo ha decidido
ahora decretar la nulidad de esas actuaciones, pedir el suplicatorio y juzgar al
diputado popular.