Si se
celebrasen unos premios Goya
dedicados al mundo de la política agraria, quizás nos dejarían "ojipláticos" los finalistas y los ganadores.
Desde luego,
no entraría ni en las candidaturas la política agraria española, porque su
ausencia durante décadas ha creado mella en este país. La falta de una política
de esta índole es la culpable de que, en el entender de muchas personas, las
ayudas comunitarias para los agricultores sean objeto de envidias frente a
otros profesionales a los que no se les tiene nada por qué compensar.
Quizá ahora
el ministro de Agricultura tiene, o al menos lo parece, voluntad para que una
política agrícola nacional sea un hecho. Partiendo de la base de una política
fuerte, nadie tendría dudas de la importancia de la PAC y, en Bruselas,
seríamos capaces después de negociar una reforma con planteamientos rigurosos y
firmes que nos beneficiaría a todos. Pero Cañete necesita el apoyo de sus
consejeros del ramo, de eurodiputados y de todos los representantes de los
ciudadanos que tiene la opción de hablar en las instituciones comunitarias para
defender una política que pasa por ser una fuerza estabilizadora muy importante
para las dificultades económicas que estamos atravesando, además de haber
desempeñado un papel fundamental en la integración europea y en la construcción
del mercado único.
Defender el
campo español no debería ser una tarea difícil si se creyese en su importancia.
Existen suficientes planteamientos como para entender que es una
irresponsabilidad recortar presupuestos dedicados a la agricultura. El
COPA-COGECA ha plasmado dichos planteamientos en el informe que ha publicado
"¿Por qué la Política Agrícola Común precisa de un buen presupuesto? ¿Qué puede
aportar?", publicado recientemente de cara a la cumbre europea sobre el futuro
presupuesto para la UE 2014-2020 que tendrá lugar los días 7 y 8 de febrero.
En la línea
de lo que ha venido planteando ASAJA de Castilla-La Mancha desde el principio
de las negociaciones para la reforma de la PAC, el COPA-COGECA expone que,
gracias al presupuesto de la PAC, somos 500 millones de consumidores los que
tenemos al alcance alimentos seguros y de calidad a precios asequibles. Y de
consumidores, no nos libra nadie.
Pero aparte
del argumento principal que nos incumbe directamente a todos, existen otras
cientos de razones que, directa o indirectamente, nos beneficia. Por ejemplo,
raro es el que no tenga un vecino cuya vida laboral esté relacionada con la
actividad económica del sector primario. Y así, otras 40 millones de personas
trabajan gracias a la agricultura.
Y si de otra
cosa nos aprovechamos todos, es de seguir respirando oxígeno. El elemento químico de número atómico 8 de la
tabla periódica que nos permite vivir emana también de los cultivos que
nuestros agricultores siembran. Cultivos que proporcionan bienes públicos
adicionales, como generar un paisaje atractivo, mantener la biodiversidad o
luchar contra el cambio climático. Protege la tierra, protege al medio ambiente
y respeta las reglas definidas de la UE sobre el bienestar de los animales.
Curioso es
que si la agricultura de la UE es capaz de proporcionar todos esos beneficios,
todavía haya planteamientos que motiven a recortar el presupuesto de la PAC,
cuyo coste es inferior al 1% del total del gasto público de la UE.
Sin embargo,
en Bruselas no vacilan a la hora de entregar una ayuda a los bancos para
solventar la crisis financiera que ellos mismos han generado. Mientras en las
instituciones europeas se está
negociando el desbloqueo del siguiente tramo de ayuda para las entidades
financieras españolas, 1.865 millones de euros, de un rescate que asciende a
casi 40.000 millones de euros, paralelamente se negocia recortar el dinero que
llega al campo que, en el caso de España, sólo representan una sexta parte de
lo que reciben los bancos.
Dicho esto,
sólo nos queda trabajar y confiar en que, los próximos días 7 y 8 de febrero,
en la cumbre europea se reconozca el papel de la agricultura, capaz de
garantizar la seguridad alimentaria, el empleo y la estabilidad en el sector
agroalimentario y en las zonas rurales. Razones, más que suficientes como para
dejar de negociar recortes y comenzar a apostar por el campo.
De lo que no
nos cabe duda, es de a quien entregar nuestros particulares galardones de los Goya. Por su claro mensaje a los jefes
de Estado y de gobierno, a los medios de comunicación y a las instituciones de
la UE, el premio al mejor guión es para... el COPA-COGECA y su informe en
defensa de un buen presupuesto para la PAC.
Y por su
esfuerzo y su dedicación, por el uso de sus habilidades para proporcionar
alimentos seguros y por dar vida en las zonas rurales, el premio al mejor actor
es para...
José
María Fresneda
Secretario
General de ASAJA Castilla-La Mancha