Divergencias que no convergencias; divide y vencerás
miércoles 23 de enero de 2013, 11:01h
Día
clave en la política catalana y por extensión en el resto de España. Día de
votaciones para definir la firmeza del impulso soberanista. Si esta semana la
iniciábamos con intenciones de unir fuerzas a favor de la consulta
soberanistas, con reuniones interminables entre portavoces matizando conceptos,
se ha logrado el efecto contrario. Las posturas no sólo no quedan claras entre
distintas formaciones sino que en las interioridades de los partidos asaltan
discrepancias. Sobre todo en las dos formaciones que tienen la clave de este
proceso que se inicia hoy. CIU, el partido del Gobierno deteriora su
pacto firme y duradero hasta entonces con Unió Decomcrática de Catalunya,
el partido de Duran I Lleida, el "apestado" que llaman en algunos
mentideros convergentes. El hombre que más ha apuntalado los puentes entre
Madrid y Cataluña se vio inmerso en un proceso poco claro de financiación y ha
salpicado su hasta entonces gran respetabilidad. Al tiempo se ha desmarcado
desde el lejano Chile- ahí ya marca el interés o la credibilidad que otorga a
este proceso- aludiendo a que no cree en este tipo de consulta. De todos es sabido
que la federación unionista no está de acuerdo con un proceso independentista y
opta por otras vías.
Recordemos
que fue el propio secretario general del CDC, Oriol Pujol, quien aprobó
lo debatido en El consejo de federación de Convergència Democràtica de
Catalunya de Barcelona aprobó una declaración en la que acusa al líder de
Unió, Josep Antoni Duran Lleida, de perjudicar a CiU con sus declaraciones
sobre el derecho a decidir concretamente el texto dice: "Las posiciones políticas de Duran Lleida afectan
la cohesión interna y perjudican la imagen de la federación de CiU"
¿Cuales han sido estas intenciones? ¿Qué pretende Convergencia? Josep Antoni
Duran Lleida, instó a la ejecutiva nacional a rectificar.
Divergencias que NO convergencias. Por cierto que Unió está
valorando replantear los pactos de la federación.
Y
por otro lado, el PSC, tercera fuerza política de Cataluña que no acaba
de definir la hoja de ruta clara. No se ponen de acuerdo las condiciones de su
posición en el proceso soberanista en su interior. Pero la importancia del PSC
no recae en la calle Nicaragua de Barcelona sino en la de Ferraz de Madrid
donde miran con lupa este proceso y la fisura que pueden tener con sus
compañeros de siglas, que no queda tan claro si de partido. EL PSC votará
no, pero con fisuras y divergencias entre sus filas. Nuevamente otro partido
que no está consolidado.
¿Cómo
se ha va a consolidar un país con discrepancias tan abismales entre sus
líderes? No sabemos dónde terminarán estas divergencias, pero lo que está claro
es que en Cataluña lo de todas a una no existe. Y recuerden y tengan claro que
este proceso nunca será una cuestión política, será economía. Lo que se reclama
es dinero, con eso todos callados. El señor Mas en su intervención
previa a las votaciones ya está cargando tintas contra el Gobierno central al
que reclama que pague lo que le debe a Cataluña y así no habrá déficit. Y
asegura que dependiendo de ellos mismo, los catalanes tendrían un futuro mejor.
En
sus pronósticos, el señor Mas, que por cierto no suelen tener un
porcentaje muy alto de acierto recordemos su debacle electoralista, el señor
Mas prefiere las predicciones a los hechos.
El
día no ha hecho más que comenzar, será largo y con titulares, y el proceso....el
proceso ya se verá.