La economía española cayó un 1,3% en 2012, según las estimaciones del
Banco de España, que destaca el contexto financiero de "elevada
tensión", la consolidación fiscal, el desapalancamiento del sector
privado y la continuada reducción del empleo como las claves del pasado
año.
En su último boletín económico, la autoridad monetaria indica que detrás de este descenso del
PIB
se encuentra una contracción de la demanda nacional de 3,9%, superior a
la del año precedente, y a la que contribuyeron todos sus componentes,
tanto de consumo como de inversión.
Por el contrario, la demanda exterior neta atenuó,
un año más, el impacto de la contracción del gasto interno sobre la
actividad, con una aportación positiva de 2,6 puntos porcentuales en el
promedio del ejercicio, apoyada tanto en el avance de las exportaciones
como en el descenso de las importaciones.
Por el lado de la oferta, el Banco de España afirma que todas las ramas productivas empeoraron sus registros
respecto a 2011, con descensos del valor añadido en la industria, en
los servicios de no mercado y, sobre todo, en la construcción, y un
crecimiento prácticamente nulo en los servicios de mercado.
Por su parte, el empleo disminuyó a un ritmo superior
al del año previo, estimándose un descenso del número de ocupados del
4,3%, en parte como resultado del retroceso del empleo público, que cayó
por primera vez desde que se iniciara la crisis.
Dato adelantado por De Guindos
Es un dato que ya adelantó hace unos días el titular español de Economía, Luis de Guindos.
El ministro apuntó este dato, que coincide con las últimas
expectativas del Gobierno, durante una rueda de prensa en Bruselas al
término de la reunión de responsables europeos de Economía y Finanzas.