Desde hace muchos meses, la corrupción de políticos,
empresarios y bancarios constituye el tercero de los grandes jinetes del Apocalipsis
en España. Lo dicen no sólo el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS),
sino también todos los barómetros pseudocientíficos realizados para los medios
de comunicación. Pero en los últimos días, el español medio ya no puede creer lo
que ve: en la calle se piensa que el sistema está corrompido hasta la médula y
que los políticos están lanzando paladas de arena para sofocar el incendio, en
vez de acabar con las causas.
Es la tesis de muchos españoles honrados, y es la tesis del socialista madrileño
Antonio Miguel
Carmona, que este miércoles inicia una colaboración semanal en
Diariocrítico.
Carmona sostiene que
"el silencio, la profesionalización de la
política, la escasa transparencia, son los mejores socios de un sistema
corrupto", y añade una gran verdad que pocos suelen decir: "
Los
profesionales de la política son aquellos que, como parásitos, viven en el
interior del órgano impidiendo que los ciudadanos participen en la democracia.
No se trata de denostar a la política, sino de hacer políticos en cada una de
las decisiones públicas de los vecinos".
Muchos, como
Carmona -y como muchos militantes de otros partidos, el PP incluido-, piensan que
no ayudan nada a la democracia, sino más bien todo lo contrario, medidas como
las que propone ahora el gobierno de derechas de
Rajoy: que puedan seguir
siendo banqueros aquellos que están imputados o incluso tengan condenas firmes. Y eso se 'saca', además, ahora, con la que está cayendo...
Dice Carmona
en Diariocrítico: "
La escasa
transparencia es el medio por el que corruptos y profesionales se convierten en
los vividores de la cosa pública. No se puede mirar para otro lado, se debe
limpiar nuestra democracia de sablistas de la libertad y de parásitos de las
instituciones".
>>
Lean de forma íntegra el artículo de Antonio
Miguel Carmona