"Yo tengo muy claro quién creo que ha sido: la única persona que lo podía oír. Pero yo no tengo la prueba ni lo he detectado, ni soy detective ni nada", afirmó en declaraciones a Onda Cero. "Yo no acostumbro a comentar las conversaciones privadas que tengo con el Rey a los medios de comunicaciones. Otros no han hecho lo mismo", añadió.
A preguntas del periodista, Aguirre admitió que el Rey se encontraba sentado entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y ella, así como que el embajador argentino -a quien se ha culpado de reproducir la conversión- estaba ubicado más lejos.
La presidenta regional no quiso sin embargo dar más detalles sobre los hechos. "Soy monárquica por convicción y la institución que presido me obliga, creo, a tener el máximo respecto. A parte de que, hoy, tal y como están las cosas en España, los que atacan al Rey lo hacen porque representa a España y por el contrario los que amamos España estamos con el Rey", manifestó.