Nelson Bocaranda, cuyas informaciones publicadas nunca han podido ser desmentidas por el oficialismo, asegura que
Chávez estaría en sedación profunda y que los médicos en pocas ocasiones le han permitido estar consciente. Tales momentos han sido sólo para compartir con sus hijos y en el caso del vicepresidente, éste habría acompañado al mandatario por cortísimos periodos de tiempo.
La razón es que los médicos estarían buscando preservar la vida de Chávez a toda costa ante lo que parece ser un muy delicado estado de salud tras la cuarta operación a la que se sometió en diciembre pasado y que le ha impedido tomar posesión del cargo el pasado 10 de enero y según comenta Bocaranda también le habría impedido hacer el nombramiento de
Elías Jaua como Canciller, como ha asegurado el vicepresidente
Maduro.
Pero las informaciones que se han filtrado y que publica el periódico
ABC
apuntan a que Chávez podría recalar en el Hospital
Militar de Caracas directamente desde La Habana, donde juraría el cargo y
nombraría a Maduro vicepresidente. Allí quedaría internado a causa de su supuesto cáncer terminal.
Las presiones que están recibiendo los médicos cubanos se complementarían con los preparativos que al parecer ya se están llevando a cabo en la capital venezolana. El mayor riesgo actualmente es que el corazón de Chávez ha comenzado a presentar fallos, con un ligero paro cardiaco el 5 de enero que le llevó a una situación de coma que duró unos quince minutos y, aunque los médicos pudieron revertir la situación, no recuperó la consciencia varios días después para posteriormente permanecer en estado semiinconsciente.
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