España es uno de los países de la Unión Europea (UE) en los que más cayó
la recaudación por impuestos en 2011, según un informe divulgado hoy en
la página web de la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.
Los ingresos procedentes de impuestos, incluidas las cotizaciones a
la seguridad social, sumaron 345.021 millones de euros en España, el
32,4 % de su Producto Interior Bruto (PIB), lo que supone un descenso
del 0,7 % respecto al 33,1 % de 2010.
Otros países como Grecia (con unos ingresos equivalentes al 33 % del
PIB y un descenso del 1,3 %), Letonia (26,4 % y 1 %, respectivamente) y
Suecia (44,9 % y 1 %) sufrieron mayores retrocesos.
Estos datos contrastan con la tendencia registrada tanto en el
conjunto de la zona del euro como en la Unión Europea, donde la
recaudación aumentó el 0,5 % y el 0,4 % del Producto Interior Bruto,
respectivamente.
Con este incremento, las recaudaciones por impuestos alcanzaron en
2011 el 40,8 % del PIB en los diecisiete socios que comparten la moneda
única y el 40 % en el conjunto de la UE. En ese año, este tipo de ingresos supuso cerca del 90 % de las entradas totales en las arcas públicas de los países europeos.
Desde el inicio de la crisis, España es el segundo país en el que más
han caído los ingresos de la recaudación de impuestos, solo por detrás
de Bulgaria.
En 2007, este tipo de ingresos alcanzó el 38 % del PIB, lo que comparado con el dato de 2011 supone un descenso de 5,6 %.
El aumento de los ingresos por impuestos en 2011 en el conjunto de la
UE y de la zona del euro se debe al alza de las aportaciones de los
gravámenes directos e indirectos, mientras que las cotizaciones a la
seguridad social no registraron prácticamente cambios.
En concreto, los impuestos a la producción y a las importaciones
representaron el 13,4 % del PIB, lo que en parte es debido a la subida
del IVA en varios países europeos.
La proporción de gravámenes a los ingresos, la riqueza y similares
llegaron al 12,6 % del PIB, lo que supone un ligero repunte tras la
tendencia a la baja registrada entre 2007 y 2010, según Eurostat.
Respecto a las contribuciones a la seguridad social, éstas se
mantuvieron relativamente estables entre 2010 y 2011 al situarse en el
13,9 % del PIB, tras haber aumentado "de manera notable" entre 2008 y
2009.
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