La ex presidenta de la Comunidad de Madrid,
Esperanza Aguirre,
dejó la primera línea de la política en septiembre para recuperar su puesto de
funcionaria en el Instituto de España de Turismo pero poco le ha durado el puesto. Ironías de la vida, la 'lideresa' madrileña ha cambiado este lunes la Gran Vía de la capital por la Diagonal catalana, justo unos días después de que uno de los que fuera miembro de su equipo de Gobierno en el área de Sanidad,
Juan José Güemes, desatara la polémica por participar en las empresas que se beneficiarán de la privatización de los hospitales promovida por
Ignacio González.
Aguirre
ha decidido dejar la vida pública y fichar por un puesto más lucrativo, el de asesora de una empresa privada.
Seeliger y Conde es una firma internacional asentada en Barcelona dedicada a la búsqueda de talentos directivos. Con 20 años de experiencia Seelinger y Conde es una empresa que trabaja con 23 compañías del Ibex 35. Su
presidente,
Luis Conde, fundó la empresa en 1990, está especializado en Procesos de Sucesión de grandes corporaciones y actualmente preside también Advisory Board de Amrop; preside el Salón Náutico de Barcelona; es Consejero del Banco de Inversiones Lazard, del Grupo Godó, de CatalunyaCaixa y de Fira de Barcelona.