Varias feministas se desnudan de cintura para arriba en el Vaticano para reclamar derechos de las mujeres
En el mundo existen 195 países que figuran como estados
miembros de las Naciones Unidas. Además, están fuera de este cómputo la ciudad
del Vaticano, (gobernado por la Santa Sede, con reconocimiento internacional
general pero no perteneciente aunque sí observador permanente de la ONU), el
Estado de Palestina (con reconocimiento mayoritario pero no perteneciente
aunque sí observador permanente de la ONU) y 9 estados sin reconocimiento
internacional general, ninguno de los cuales es miembro de la ONU, pero
independientes de facto y que son definidos como estados según el
derecho internacional.
En todos estos estados hay mujeres. Y de todos ellos, al
menos 23 países no respetan los derechos de las mismas entendiendo como estos los que se recogen en la Declaración de los Derechos humanos de la ONU:
derecho a voto, igualdad, protección contra el maltrato, libertad para contraer
matrimonio o cualquier decisión que un adulto pueda tener...Según todos los
organismos internacionales que velan por los derechos humanos en general, y de
las mujeres y los niños en particula,r en la lista siempre se encuentran países
como Afganistán, Siria, Arabia Saudí, Bután, China y una larga lista en los
que, exceptuando el gigante asíatico que es comunista, todos tienen un nexo: son islámicos, sus gobiernos aceptan los dictados del Corán o sus interpretaciones, para dictar y cumplir las leyes.
Sin embargo, y a pesar de la larga lista de países que
desprecian a las mujeres, unas mujeres homosexuales muy combativas decidieron
que la plaza de San Pedro en el Vaticano era el lugar ideal para protestar por
estos derechos. Lo hicieron el domnigo pasado desnudándose de cintura para arriba en mitad del
rezo del Angelus. Se les podía haber
ocurrido hacerlo en Gaza, lugar donde las mujeres son obligadas a contraer
matrimonio por sus familias, o en Afganistán donde basta con que cinco hombres
declaren contra ella por haber sido violada (¡encima!) para que la lapiden hasta la
muerte. O lo podían haber hecho en Arabia Saudí donde unos cuernos a su marido
las llevaría sin remedio a ser colgadas de una grúa o a ser castigadas con
latigazos. Pero no, ellas, las simpáticas combatientes han ido al Vaticano. Y
en la espalda han puesto: Shut up, Pope (cállate Papa en la forma más
despectiva que el inglés tiene para mandar callar a alguien). También ponen In gay we trust para hacer un analogismo con el famoso In God we trust que, por cierto, es más de los estados unidos de América que del Vaticano.
¿Por qué actuado ahí? Así, a bote pronto, es de suponer que
lo habrán hecho porque en esos países citados no tienen el suficiente valor para llevar a cabo semejante protesta. Serían condenadas a muerte sin remedio en la mayoría de los casos. Una cosa
es ser valiente en un estado democrático donde, como mucho te detendrán unas
horas y pagarás una multa (y encima te harás heroína), y otra muy distinta es
pagar tu valentía con la propia vida. También lo han hecho, no nos lleguemos a
engaño, porque culpan de todos los males del mundo, incluidos los suyos
propios, a la Iglesia, concretamente al Vaticano. Lo cierto es que el Vaticano no permite que las mujeres sean curas, obispos, ni muchísimo menos papas y si nos atenemos a la aplicación estricta del derecho internacional, estarían incumpliendo una severa discriminación hacia las mujeres pero esta norma severa afecta sólo a sus miembros y con dejar de ser miembro de esta es suficiente. Que se sepa ninguna de las activistas es monja.Tampoco el Real Madrid ha tenido nunca una presidenta y hasta la fecha no se conocen manifestaciones de lesbiana alguna reclamando sus derechos a ocupar puestos directivos, frente al Bernabéu.
Los homosexuales tienen todo el derecho del mundo a declarar
lo que opinan, ni más ni menos que la Iglesia, y tienen todo el derecho del
mundo a velar porque los derechos de las mujeres sean respetados, (desde aquí
muchas gracias) pero han errado el tiro; ahí justamente ahí, en el Vaticano no
es donde tienen que protestar porque ahí en el Vaticano no se incumplen esos
derechos, no se violan a las mujeres, no se las mata a pedradas, se les permite
conducir...y es que, a pesar de ser ciudad-Estado se siguen las normas del estado
italiano, perteneciente a la UE y, por ende, lugar nada sospechoso de no
cumplir la legalidad internacional.
Por supuesto, denostar esta actitud tan poco respetuosa con
una celebración íntima y religiosa de otros ciudadanos, no está bien vista y no lo está porque últimamente se tienen a confundir mucho los conceptos. Es bastante común no diferenciar criticar estos actos por su modus operandi con criticar lo que piensan. De ahí el lío. No es lo mismo criticar a estas simpáticas chicas que criticar a quien defiende los derechos de las mujeres, que nadie se haga líos.
A mí, como mujer estas muchachas no me representan y además me avergüenzan. Como
mujer no acepto que para lograr tus objetivos tengas que mostrarle tus tetas al
mundo porque ese acto va intrínsecamente unido al rechazo más absoluto del
machismo. ¿Tantos años de lucha feminista a nuestras espaldas para lograr la atención enseñando las tetas? ¡Ay Señor, si Clara Campoamor levantara la cabeza!
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