El portugués, tan aclamado como Casillas, que fue titular
Ronaldo no quiere líos y con su triplete clasifica a un Madrid que sufrió ante el Celta (4-0)
miércoles 09 de enero de 2013, 23:17h
Un portugués, Mourinho, que apostó por Casillas como titular, se dedica a buscarse líos y polémicas con plantilla y afición. Otro portugués, Ronaldo, se dedica a lo suyo: jugar al fútbol y marcar goles. Él, con un triplete y una asistencia a Khedira en otro, desatascó el partido y metió al Madrid en cuartos de final en un Bernabéu que le aclamó.
Cristiano Ronaldo volvió a reclamar los focos en la victoria ante el Celta de Vigo que permite al Real Madrid sentenciar su presencia en cuartos de final de la Copa del Rey, donde
se medirá con el Valencia, pese a jugar con uno menos los últimos 20
minutos -en los que sufrió algo hasta que el portugués marcó el tercero- por la expulsión de Sergio Ramos y acusar la ausencia de Xabi
Alonso, que se retiró lesionado en el descanso.
El conjunto blanco, que ofreció momentos notables, necesitó pelear
hasta el final para tumbar al Celta. El comienzo fulgurante de los
pupilos de Mourinho surtió efecto (2-0, min.25), pero la efervescencia
local desapareció como por arte de magia con el paso de los minutos.
Aspas, que entró de refresco, hizo saltar las alarmas.
Casillas, otra vez en su habitat natural, se encargó de recordar a
los celestes su halo de 'santo' y Cristiano --estelar en su despliegue
de recursos-- completó una noche memorable con un triplete y una
asistencia, la del cuarto gol que marcó el alemán Sami Khedira, con el
Celta desahuciado después de un esfuerzo enorme.
Posibilidades intactas
Ahí estuvo la clave para los gallegos, que enfilaron el cuarto de
hora final con las posibilidades intactas de meterse en cuartos. Sin
embargo, apareció Cristiano nuevamente. A su zapatazo inicial y su
remate dentro del área --con la excelencia del pase de Modric-- añadió
un remate violento que mandó al traste las ilusiones celtiñas.
El temprano 2-0 había consumido a un Real Madrid que echó
mucho de menos a Xabi Alonso, quien dejó su sitio a Varane en el
descanso, por molestias cervicales. La ausencia del tolosorra puso
niebla en la circulación de balón y en la llegada al área contraria,
algo que dificultó la empresa.
Con Essien y Khedira en la sala de máquinas el conjunto blanco
trabó su fútbol y dio opciones al Celta, que la buscó con De Lucas y
también Augusto, que provocó la segunda amarilla de Ramos a 20 minutos
del final. Ahí entraron los miedos en la casa blanca, que retomaba el
'run run' habitual instalado en Chamartín en las últimas fechas, más
centrado en titularidades y ausencias que en el propio fútbol.
Sin embargo, apareció el 'pipita' Higuaín para dejar su huella con
un balón, que se coló entre dos rivales, y que aprovechó a la
perfección Cristiano Ronaldo. El portugués, segundo en la
votación del Balón de Oro -hubo pancartas, como la de la foto, pidiéndolo para él-, completó su actuación con una asistencia a
Khedira, que resolvió con el 4-0 y el billete a cuartos de final.