¿Qué
usted quiere hacerse con un electrodoméstico de segunda mano? Pues
puede usted cambiarlo por unas clases de matemáticas con usted de
profesor, por ejemplo. O garantizarse un transporte de mercancías a
cambio de unas camisas que usted fabrica. Y puede que aún le sobre algún
'we' para alguna otra transacción. Porque, naturalmente, unas cosas
tienen un valor mercantil en 'wes' y otras, otro diferente. Y es usted
mismo quien fija, con su interlocutor en la otra parte, ese mismo valor.
Para
eso tendrá usted, si se acoge al sistema 'we exchange', que Núñez y su
socio, Pedro Martínez Pastor, han puesto en marcha a partir de una
franquicia italiana (
www.weexchange.es),
una cuenta en 'wes'. Una peculiar cuenta bancaria en la que no existen
el dinero 'contante y sonante' ni las tarjetas de crédito
convencionales. Esto, señores, es algo nuevo.
'We
exchange' es una plataforma internacional destinada a PYMES y
trabajadores autónomos. Un sistema de intercambio al que ya se han
acogido, aquí en España, apenas ocho clientes (la iniciativa se inició
el pasado mes de junio de 2012), pero que está despertando la curiosidad
de otras muchas PYMES, y de organizaciones enteras, como la Cepyme
alicantina, que va a presentar el proyecto al Consejo nacional de este
organismo.
"La gente está harta de que la engañen" En
el fondo, el trueque es una modalidad económica muy antigua. Ahora, con
las posibilidades que Internet proporciona, estos intercambios, sin
emplear dinero físico -aunque el 'we' es un sistema monetario como
cualquier otro, una 'cuenta bancaria' del trueque-- nos pueden llevar
muy lejos. Casi se podrá intercambiar cualquier servicio por cualquier
producto, siempre y cuando se trate de pequeñas empresas quienes presten
estos servicios o produzcan esos bienes. Qué duda cabe de que muchas de
estas empresas, que carecen de dinero en efectivo para cubrir algunas
de sus necesidades, podrán obtener esas cosas que precisan
intercambiándolas por las que ellas mismas fabrican. Una idea simple,
una buena idea.
Claro
que un sistema tan innovador, por mucho que ya lo practicasen, de una
manera lógicamente mucho más rudimentaria, las civilizaciones más
antiguas, tiene sus inconvenientes. ¿El mayor de ellos? "La
desconfianza; la gente está harta de que la engañen", nos dice Máximo
Núñez. En efecto, introducir una novedad de esta guisa en los usos y
costumbres de las PYMES y de los trabajadores autónomos no es nada
fácil: hay que vencer inercias, hay que luchar mucho por introducir,
empresa por empresa, esta idea tan antigua y, a la vez, tan
revolucionaria.
Pero
la impresión que saca el redactor, tras una conversación con Núñez, es
la de que este emprendedor, que ha sido capaz de dar un giro tan
importante a su vida cuando ha sobrepasado la cincuentena, no es hombre
que se desaliente fácilmente. De momento, el sistema 'we exchange',
implantado primeramente en Italia, ha obtenido el certificado
MasterCard, y va abriéndose, como hemos dicho, paso. No es fácil, no,
cambiar el mundo, pero eso es nada más, y nada menos, lo que, a su
escala, gentes como Máximo Núñez y Pedro Martínez Pastor pretenden.
Admirable empeño, sin duda.