La verdad es que
la
felicitación de Navidad de
José Manuel Sánchez Fornet se las trae: es, en realidad, una
felicitación muy, pero que muy personal. En primer lugar, la felicitación
desarrolla una metáfora de la libertad, la justicia, las leyes y la lucha por
la dignidad. Luego, lleva la moraleja (
"Cuando no defendemos nuestros
derechos perdemos dignidad, y la dignidad no se negocia... ¿Está claro?"), y
finalmente lleva la felicitación en sí misma, es decir, los buenos deseos, que
dice textualmente lo siguiente:
"A los que creen que
los policías no deben pensar, que podemos hacer cualquier cosa por brutal que
sea, que podemos actuar de espaldas a los ciudadanos, que es mejor que nos
teman a que nos respeten, que nos odien a que nos quieran, a los que me odian y
me insultan, les deseo también Feliz Navidad, como a todos los demás de recto
proceder y buen corazón, y a los que me aprecian, apoyan y quieren. José Manuel
Sánchez Fornet. Policía. Secretario general del SUP, sindicato de policías
decentes".
Original forma de
felicitar las Navidades, sí señor. Pero, para entender plenamente esta
felicitación navideña es necesario leer primero el siguiente cuento metafórico.
No tiene desperdicio:
"Una mañana, un
nuevo profesor de 'Introducción al Derecho' entró en el aula y lo primero que
hizo fue preguntarle el nombre a un universitario sentado en primera fila: '¿Cómo
te llamas?'. 'Me llamo Juan'. '¡Fuera de mi clase y no quiero que vuelvas nunca
más! gritó el catedrático'. Juan estaba desconcertado pero se levantó recogió
sus cosas y abandonó el aula. Todos los presentes estaban indignados ante la
injusticia pero nadie dijo nada.
"El catedrático
comenzó su lección preguntando '¿para qué sirven las leyes?'. Tras la sorpresa
inicial algunos alumnos comenzaron a emitir respuestas a la pregunta, tales
como 'Para que haya un orden en nuestra sociedad', 'Para cumplirlas', 'Para que
la gente mala pague por sus actos'... y a todas el catedrático iba negando, hasta
que una alumna dijo 'para que haya justicia' y, por fin, el catedrático
consideró que era la respuesta adecuada. Pero inmediatamente formuló otra
pregunta '¿y para qué sirve la justicia?'...
"De nuevo comenzaron
a producirse respuestas como 'Para salvaguardar los derechos humanos', 'Para
discriminar lo que está bien de lo que está mal', 'Para premiar a quien lo hace
bien'... el catedrático daba por buenas esas respuestas, pero volvió a preguntar:
'¿Actué bien al expulsar de la clase a Juan?'. Ante el silencio, el catedrático
insistió en que quería una respuesta decidida y unánime y entonces sonó muy
alto un '¡¡¡NO!!!'. El catedrático volvió a preguntar: '¿Podría decirse que
cometí una injusticia?'. Y de nuevo sonó fuerte, pero esta vez un '¡¡¡SÍ!!!'.
El catedrático preguntó una vez más: '¿Por qué nadie hizo nada al respecto?'. '¿Para
qué queremos leyes y reglas si no disponemos de la valentía de llevarlas a la
práctica?'. Tras eso mandó llamar a Juan, al que pidió disculpas por haberlo
expulsado en la lección práctica que había querido impartir, y es que.... Cuando
no defendemos nuestros derechos perdemos dignidad, y la dignidad no se negocia...
¿Está claro?".
Fornet, que parece que estas Navidades está 'sembrado', ha remitido también otra felicitación, pero más sensible para estas fechas.
Véanla PINCHANDO AQUÍ. Aunque un poco sensiblera, merece también la pena.
>>
Felicitación de Navidad de Fornet>>
Cuento de Navidad policial