De acuerdo con el informe realizado por el Tribunal,
Álvarez de Miranda ha señalado que, en términos generales, los ayuntamientos utilizaron ese dinero para llevar a cabo proyectos que no habían podido ejecutar por falta de recursos, pero no hubo obra nueva.
En casi la mitad de los contratos se incumplió el requisito de ejecución inmediata y en siete de cada diez proyectos el fin de las obras se retrasó más de los previsto. El periodo medio de puesta en funcionamiento fue de 134 días por encima de la fecha inicialmente fijada.
El presidente de la institución fiscalizadora ha señalado igualmente que tampoco se primó la creación de empleo a la hora de adjudicar contratos y que no se intentó lograr rebajas en los importes. De hecho, casi la mitad de los cuales se adjudicaron directamente sin publicidad.
PSOE: FUE UNA DECISIÓN POLÍTICA Las críticas del Tribunal de Cuentas han sido respondidas por el socialista
Gaspar Zarrías, que fue secretario de Estado de Cooperación Territorial cuando se ejecutaba el plan.
A su juicio, la puesta en marcha de este programa fue "una decisión política en un paisaje de contexto social y económico dramático" y llevada a cabo por un Gobierno que entendía "el valor de las políticas públicas como herramienta para cambiar las cosas, y no ser meros espectadores". También ha querido recordar que "ningún alcalde puso el grito en el cielo" ni rechazó el dinero que llegaba del Estado.
PP: UNA CHAPUZA Y UN ABSOLUTO FRACASO Desde el PP, su portavoz,
Eloy Suárez, ha indicado que "más que un plan, fue una ocurrencia de 8.000 millones que ha dejado muchas cargas". "Esta es parte de la herencia envenenada del PSOE", ha comentado.
En su opinión, el hecho de que sólo el 4% de los contratados por el Plan E siguieran trabajando en el segundo semestre del año demuestra el "absoluto fracaso" del programa en lo relativo a la creación de empleo.
Con Álvarez de Miranda de testigo mudo, pues no ha querido entrar en el debate político sobre el Plan E, el presidente de la Comisión, el 'popular' Ricardo Tarno, ha tenido que intervenir para recordar a PSOE y PP que hoy no era el día de los debates partidistas.
Según les ha dicho, "ya habrá un momento para presentar propuestas de resolución y allí podrá sustanciarse el debate", pues este martes se trata de escuchar al presidente de la institución, que "no es él quien tiene que ver esto".
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