Entre otras, como confirmara la número 2 de Rajoy, Dolores de Cospedal,
la relativa a la unidad de mercado y eliminación de barreras interiores o
la reforma de las administraciones públicas.
Son temas de gran
calado que están generando no poco debate, incluso, el seno del propio Partido Popular.
Sobre todo a raíz de la propuesta de reducir el número de concejales en los ayuntamientos. Nos cuentan en Toledo que "se ha advertido a Rajoy" sobre la necesidad de
no mezclar churras con merinas y que no es lo mismo los grandes que los
pequeños municipios.
Pero a Rajoy no le
dará tiempo a escuchar tales disquisiciones porque llegará a Toledo, inaugurará
y se marchará. No tendrá tiempo de más, habida cuenta que tan solo dos horas
después, a las 13 horas, ha convocado a los periodistas en Moncloa para la tradicional
copa navideña.
"Yo no tengo confirmado si se queda o no
después de la inauguración" señalaba hoy el presidente del PP toledano, Arturo
García-Tizón, completamente ajeno a este asunto. "No sé si volverá después
a comer" comentaba a Diariocrítico de
Castilla-La Mancha.
La cuestión es que Rajoy estará con los suyos, sí...pero poco. A no ser que
también decida estar con los periodistas, sí...pero poco, con la excusa de una
posible vuelta a Toledo.
Una carambola que le permitiría eludir charlas 'profundas' con la prensa
o incómodas cuestiones de los suyos a cuenta de mancomunidades, ayuntamientos o
incluso diputaciones. Pequeños pero muy importantes centros de poder político
territorial donde recortar supondría perder cuota partidaria frente a unos recortes
cuyo ahorro, para algunos, son el 'chocolate del loro' en el inmenso agujero
del déficit de las administraciones públicas.