A Felipe se le ve en forma
domingo 02 de diciembre de 2012, 14:31h
Se han cumplido 30 años del primer Gobierno socialista y el PSOE le ha hecho un homenaje a Felipe González.
Cada época tiene su afán, dijo el hombre encargado de gestionar un país
en crisis, con una inflación del 14% y dos millones de parados. Él
quiso y pudo cambiar todo aquello, hasta modernizar España, no sin
errores y no sin problemas. "No me fui del Gobierno, me echaron", bromeó González durante su diálogo de ayer con Rubalcaba, donde fue evidente quien está realmente en forma: Felipe.
En una España aislada como la del dictador Francisco Franco,
la generación de la Transición buscó en Europa los símbolos de la
libertad y la democracia, y se terminó encontrando no sólo eso, sino
también el bienestar. El liderazgo de González
fue, en ese sentido, decisivo en los ochenta y comienzos de los
noventa, hasta el punto de que a medida que pasa el tiempo puede
valorarse mejor la dimensión de su obra política, por mucho que al final
se viese empañada por una más que lamentable corrupción y prácticas
ilegales en la lucha antiterrorista.
La
modernización de España se hizo en los años ochenta. El PSOE había
recuperado el poder en España en octubre de 1982, lo cual fue todo un
acontecimiento dentro y fuera del país, ya que no sucedía nada similar
desde antes de la guerra civil del 36, en un mundo muy distinto. Sin
obviar sus dificultades ni sus méritos, la verdad es que tuvo suerte el
PSOE: la UCD se desmoronó, González se había convertido ya en un
encantador de serpientes y los españoles de izquierdas se olvidaron
pronto del meritorio trabajo del Partido Comunista durante el franquismo
para echarse en manos de un partido más moderado como el PSOE, sin
apenas activistas pero con unas siglas de mucho peso y un liderazgo casi
imbatible en aquellos tiempos en los que la alternativa de la derecha
terminó siendo Manuel Fraga Iribarne, un ex ministro de Franco.
El largo período de gobierno socialista, siempre con González
al frente, se saldó con tres grandes éxitos -la supremacía del poder
civil frente a unos militares que venían de dar un golpe de Estado en
1981, el ingreso en Europa en 1986 y una política económica
socialdemócrata basada en un moderno sistema fiscal- y dos sonoros
fracasos: la corrupción y los denominados Grupos Antiterroristas de
Liberación (GAL). Fueron las luces y sombras del cambio que fue
afianzando la democracia y las comunidades autónomas, sin resolver del
todo el encaje de Cataluña en España, que todavía colea a la altura de
2012.
Fundador y editor de Mundiario, también es columnista de la agencia Europa Press. Tertuliano de TVG y Radio Galega, colabora en La Región. Dirigió Capital, Xornal y La Voz de Galicia. Ex director editorial de Grupo Zeta. Autor del libro Cómo salir de esta. Coeditor del Anuario del Foro Económico de Galicia.
Twitter: @J_L_Gomez
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