Una modificación muy necesaria

         El Gobierno modificará la Ley de Víctimas del Terrorismo para evitar que los responsables de atentados o miembros de organizaciones terroristas puedan acceder a las ayudas y prestaciones que contempla esta legislación.

         En la actual ley había un resquicio y por ahí se han colado quien no tenía que hacerlo. La Comisión de valoración de sufrimientos injustos y abusos policiales, dependiente del Departamento de Justicia del Gobierno vasco ha considerado  como víctimas a los etarras Angel Otaegui y Juan Paredes Manot,  fallecidos en 1975.

         Tiene narices la cosa. Esta decisión ha provocado una lógica protesta entre la gente de bien. La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, acusó directamente al Gobierno vasco de dar cobertura a ETA y actuar contra la "dignidad" de las víctimas, mientras que la Asociación de Víctimas del Terrorismo pidió al Gobierno de Mariano Rajoy que intercediera para impedir este reconocimiento.
        
         Felizmente va a solucionarse la fisura legal. Si al gobierno vasco le gusta la ambigüedad, el doble lenguaje y la amnesia histórica, con su pan se lo coma. Pero las cosas son como son, y hay que llamarlas con su nombre. Ya está bien de lobos con la piel de cordero y de verdugos disfrazados de víctimas.