martes 27 de noviembre de 2012, 07:58h
Uno de
los grandes vencedores en las elecciones catalanas ha sido un partido rompedor,
Ciutadans, que ha pasado de 3 a 9
diputados. ¿Qué ha hecho para triplicar sus escaños? Más bien habría que preguntarse que NO ha
hecho. Y lo que no ha hecho ha sido jugar a la ambigüedad, nadar y guardar la
ropa, como suele hacer muchas veces la casta política.
Ciutadans
no necesita intérprete, se le entiende todo. Su líder, Albert Rivera, se ha opuesto con firmeza
a la aventura soberanista de Artur Mas. Ha defendido a España en Cataluña, con
la misma pasión con que defiende a Cataluña en el resto de España. Y eso se
nota. Por eso ha recibido tantos votos.
Además
de su apuesta por una Cataluña española, Ciutadans también plantea una serie de
iniciativas que están en boca de la gente, como la supresión del despilfarro,
la austeridad en la administración pública, la lucha contra la corrupción, la
reforma de la ley electoral y las listas abiertas.
Es así,
hablando alto y claro, como se consiguen votos. No son votos amparados por una
potente campaña electoral. Todo lo
contrario, han sido votos ganados a pulso, conseguidos a base de entusiasmo, por
una agrupación de ciudadanos que ha
entrado en la política como una bocanada de aire puro.