Si le preguntaran si es usted feminista y tuviera que responder, como en los referendos que quizá se avecinan, solo con un sí o un no, ¿qué respondería? Ante todo, si usted, como no creo, no goza del mejor carácter del mundo, quizá montaría en cólera por parecerle una pregunta capciosa que exige muchas matizaciones. Y creo que no exige ninguna matización. Puede ser tan sencilla de responder como si nos preguntaran si somos europeos o americanos o somos seguidores del Dépor o del Celta. Un europeo dice al punto que es europeo y un hincha del Celta no tiene que recurrir a la bola de cristal para declarar que es del Celta. Con el feminismo ocurre lo mismo. ¿Qué es un feminista? Un feminista es una persona y, por tanto, un hombre o una mujer, que defiende la igualdad de derechos y deberes para hombres y mujeres. Para decirlo de un modo aun más rápido que en la anterior definición, un - o una - feminista es un demócrata al cien por cien.
En la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789 se alcanzó una democracia, que se quedó en democracia al 50 por ciento, porque los derechos civiles fueron solo para los varones y no para las mujeres. La doctrina feminista es, pues, muy sencilla. Pero el problema de las teorías es llevarlas a la práctica. Aunque los avances de la independencia económica de las mujeres han sido descomunales, todavía hay graves discriminaciones en su contra en los puestos de dirección por tierra, mar y aire. Un demócrata al cien por cien es, pues, siempre feminista.
Sexo,religión y fútbol para hacer reir al lector en los 'Cuentos reunidos' denuestro colaborador Ramón Irigoyen
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