Cuando un menor comete un delito y es necesario
sancionarle surgen varias preguntas. ¿Privar a un menor de su libertad
es efectivo? ¿Cómo debe trabajarse en los centros de reinserción? ¿Qué
papel debe jugar la familia del joven infractor?
En la última jornada del III Congreso Internacional de Justicia
Juvenil, organizado por Uniao Meridianos, se ha debatido sobre el papel
de los centros de ejecución de medidas judiciales en el proceso de
reinserción social de los menores que delinquen. En la mesa redonda 'Los
centros educativos como organizaciones reintegradoras' la criminóloga y
exdirectora de la Agencia para la Reinserción y Reeducación del Menor
Infractor (ARRMI) de la Comunidad de Madrid, Carmen Balfagón, la
profesora de Derecho de la Universidad Católica Portuguesa (escenario
elegido para la celebración del evento) Conceiçao Cunha, la profesora e
investigadora de la Universidad Nova Maria Joao Leote y la directora
técnica del centro educativo de Madeira, Ana Nobrega, ofrecieron sus
puntos de vista sobre las medidas de internamiento que los jueces
interponen a los menores.
Para
Cunha, el internamiento, que es la medida más restrictiva pues priva de
su libertad al joven infractor, "debe ser la última medida". "El
régimen cerrado en los centros de reinserción solo debería aplicarse en
los casos extremos, creo que hace falta formación para que los juristas
sean más sensibles en materia de justicia juvenil", indicó, además de
abogar por el fomento de programas en medio abierto. Balfagón por su
parte considera que "el internamiento debe ser la última respuesta, pero
sí que sigue siendo la respuesta para los delitos graves. Eso sí, el
objetivo principal siempre debe ser que el menor no vuelva a delinquir,
alcanzar la reincidencia cero". La que fuera directora de la Agencia del
Menor madrileña además considera que "escuchar a los jóvenes es
fundamental para tomar decisiones". Y es que Balfagón conoce de cerca el
trabajo que se realiza en los centros de ejecución de medidas
judiciales con los menores infractores: "Llevo más de 40 años trabajando
para la administración pública y el trabajo más apasionante que he
desarrollado ha sido al frente de la ARRMI".
La investigadora Joao Leote puso ejemplos reales de situaciones que
había conocido e insistió en el de la importancia del papel de la
familia, además del de los centros, para lograr la plena reinserción de
los jóvenes. Nobrega habló de las dificultades encontradas en el centro
que dirige y aseguró que, bajo su punto de vista, "sin los centros
educativos, desde luego, no se puede reintegrar".
Delincuencia y bienestar
Antes de este coloquio, tuvo lugar la mesa 'lo que sabemos sobre las
respuestas a la delincuencia y el apoyo al bienestar. Nuevos temas a
tratar' que, moderada por la catedrática de Psicología en la Universidad
de Minho Isabel Soares, contó con la participación de Robert D.Hoge,
profesor emérito de la Facultad de Psicología de la Universidad de
Carleton (Canadá), Ricardo Martínez, sociólogo especialista en menores, y
Graham Leicester, director del International Futures Forum.
Este último repasó los temas tratados durante los tres días que ha
durado este III Congreso Internacional de Justicia Juvenil y dejó en el
aire algunas preguntas: ¿Cuál es el sistema ideal que desearíamos?
¿Dónde está el futuro? ¿Qué tipo de programa necesitamos? ¿Qué elementos
del sistema hay que preservar? Leicester insistió además en la
necesitad de incluir el concepto de 'bienestar' vinculado al de
'justicia'.
Martínez por su parte reflexionó sobre el hecho de que hay "niños que
nunca han sido tratado adecuadamente y no conoce lo que son los 'buenos
tratos', no sabe lo que es ser respetado y que le escuchen", aspecto
primordial para lograr la no reincidencia. El profesor Hoge aseguró que
gracias al avance en las investigaciones del comportamiento antisocial
se sabe mucho más acerca de las causas que provocan el crimen y se ha
demostrado que "la intervención en edades tempranas es efectiva".
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