La 'regresiva' ley sólo
va a producir 'inseguridad ciudadana'
UGT tilda de 'regresivo' y 'franquista' a Ruiz-Gallardón por su ley de tasas
- Los nuevos parados 'costearán' su subsidio con 500 euros si reclaman, 800 en segunda instancia
miércoles 21 de noviembre de 2012, 14:43h
La Federación de
Servicios Públicos (FSP) de UGT ha rechazado tajantemente la nueva ley de tasas
judiciales aprobada por el Gobierno del Partido Popular. Una ley de
Ruiz-Gallardón a la que tachado de "regresiva y franquista". El
sindicato recuerda que las tasas judiciales se impusieron en la España
franquista de 1959 y las suprimió el Gobierno de Felipe González en 1986
mediante una ley que apelaba, precisamente, al derecho constitucional a obtener
la tutela judicial efectiva.
En aquel momento, la norma
aprobada por el Gobierno socialista de Felipe González recordaba que todos los
ciudadanos deben obtener justicia "cualquiera que sea su situación
económica o posición social". Una gran conquista y avance democrático que
ahora a golpe de ley de tasas hemos perdido con el reforma que ha hecho el
Gobierno de Mariano Rajoy, y particularmente su aún ministro de Justicia,
Alberto Ruiz-Gallardón.
Según señala UGT, la ley
de tasas de Gallardón vulnera el artículo 24 de la Constitución, que asegura
que "todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los
jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin
que en ningún caso pueda producirse indefensión".
La doctrina del Tribunal
Constitucional, siguiendo a los tribunales europeos, dice UGT, sólo admite las
tasas en el ámbito de la justicia cuando por su importe no impidan el acceso a
la jurisdicción por motivos económicos y ése va a ser el efecto que va a
producir la nueva ley de tasas: indefensión ciudadana, por no poder costear el
elevado coste de nuestra defensa jurídica. Además la ley vulnera el concepto
mismo de tasa que establece la propia Ley General Tributaria y que la define
como el pago que una persona realiza para sufragar los gastos que ocasiona por
el uso de un servicio público.
En el momento actual, con
una tasa de desempleo del 25 %, reclamar por un despido en lo social costará
500 euros y en segunda instancia puede llegar a 800 euros. En Civil, cualquier
pleito civil costará 2.000 euros y bastante más sólo la demanda.
Para UGT, con análogas
cantidades en contencioso-administrativo; y en la jurisdicción social,
fundamental en la defensa de derechos básicos, el trabajador o el pensionista
para recurrir una sentencia desfavorable pagará 500 euros. Estas tasas operan
en todas las jurisdicciones excepto la penal, para todas las personas físicas
sin derecho a justicia gratuita (éstas son sólo familias con ingresos de 1200
€/mes) y las jurídicas. La única excepción: el Estado en todas sus formas, y el
Fiscal.
Esta ley supondrá de
facto, según el sindicato socialista, el fin de Derecho del Consumo (se
beneficia a las compañías telefónicas, aéreas y demás empresas que
sistemáticamente abusan de los consumidores) y de la protección contra la
arbitrariedad del Estado que confiere la jurisdicción contencioso-administrativa.
En ese sentido, el
sindicato se pregunta ¿quién recurrirá una expropiación injusta o reclamará por
error médico en la Sanidad Pública, teniendo que poner de su bolsillo esas
cuantías elevadísimas, o quién recurrirá una multa de tráfico arbitraria de 200
euros cuando tiene que pagar de tasas el doble?
UGT considera muy grave
la aplicación de ley, la cual dispone que el Estado no pague tasas, a las
empresas les resulta irrelevante tanto la tasa como cualquier otro gasto
procesal, pues se deducen tanto las tasas como el IVA de sus abogados y
procuradores al 21 % y las minutas completas de éstos, mientras la ciudadanía
asume tasas, IVA, gastos y minutas.