La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha asegurado hoy
que no tiene "ningún problema" en que el recuento de personas que
asisten a una manifestación lo lleve a cabo un organismo independiente.
En declaraciones a los periodistas tras asistir a la
presentación de una nueva unidad policial,
Cifuentes ha reconocido la
polémica que se ha abierto después de que la Delegación del Gobierno
cifrara en 35.000 el número de personas que se manifestaron en Madrid
con motivo de la huelga general. "La Delegación no
cuenta manifestantes ni yo lo hago personalmente", ha recalcado antes
de señalar que el organismo que representa sólo ofrece datos cuando se
le requiere y que esas cifras son las que proporciona la sala del 091 de
la Policía Nacional con los datos aproximados que trasmite el
helicóptero.
Cifuentes ha dicho que "nunca" ha
querido entrar en
guerra de cifras porque, personalmente, le "da igual
que en una manifestación haya 35.000, 50.000, 100.000 o un millón de
personas" porque en cualquier caso le parece que "son muchas".
Para
la delegada, es "evidente" que el pasado día 14 había "muchos miles de
personas" en la manifestación de Madrid, aunque ha insistido en que no
entrará en una guerra de cifras porque le parece "absurdo", si bien no
tiene "absolutamente ningún problema en que los cómputos los realice un
organismo independiente". De todos modos, la
delegada no sabe cuántas personas acudieron porque pasó toda la jornada
de huelga y toda la noche anterior en la Delegación pendiente de otras
cuestiones, como los incidentes y los piquetes no informativos. Ya
por la noche, su "preocupación primordial no era contar los
manifestantes, sino tratar de coordinar la acción policial frente a los
vándalos que provocaron tan gravísimos incidentes de orden público en el
centro de Madrid". "Mi última preocupación en esas circunstancias es saber cuántas personas había manifestándose", ha insistido.
En
respuesta a algunas declaraciones de responsables sindicales, Cifuentes
ha querido "desvincular absolutamente" la actuación de esos "vándalos y
delincuentes que provocaron importantes daños en el centro" de la
ciudad, de los sindicatos convocantes y de las personas que participaron
en la manifestación, que
fue pacífica y se desarrolló sin incidentes. Ha
calificado de lamentable esos actos vandálicos y ha confiado en que la
Justicia actúe con todo el rigor de la ley porque trataron de llevar al
centro de Madrid "las tácticas de la guerrilla urbana, de la lucha
callejera y del terrorismo callejero de la peor de las maneras".
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