lunes 12 de noviembre de 2012, 08:05h
El
expresidente de Aragón y portavoz del PSOE en el Senado, Marcelino Iglesias, ha dicho en
un acto electoral que cuando han ganado
en Europa "los hipernacionalismos,
ha habido muchos desastres y más de cien millones de muertos". La
frase no puede ser más oportuna y certera.
La dos
guerras que llenaron de horror el continente europeo fueron causadas por los
nacionalismos extremos. La Unión Europea nació precisamente con el objetivo de
superarlos. En ese proyecto vital estamos, con la certeza de que esquivando el
fanatismo de las patrias, esquivamos la confrontación, la tensión, la disputa y
la guerra. El ultimo aviso lo tuvimos en los Balcanes, allí contemplamos como el
nacionalismo radical volvía a la
ferocidad del genocidio.
El camino de la nueva Europa es la superación
de fronteras. Una Europa sin fronteras exige que sus integrantes las hayan
superado dentro de su mente. Se ha
terminado la época de las trincheras. Apostar por ellas es volver a la senda
del fratricidio.
Contra
la intolerancia, la pluralidad. Contra la xenofobia, la colaboración. Contra el
racismo, la integración. Contra el soberanismo, la universalización. Que tomen
nota quienes se envuelven en la bandera para escaparse de la realidad.