Marruecos no quiere testigos incómodos en el Sahara
jueves 08 de noviembre de 2012, 11:52h
El Gobierno marroquí está evitando la presencia de observadores
internacionales durante la movilización popular saharaui en el segundo
aniversario del desalojo violento del campamento de Gdeim Izik, que tiene lugar
a partir de este jueves, y tras las manifestaciones de los últimos días durante
la visita del enviado especial de Naciones Unidas. Así lo denuncia IU, que
exige al Gobierno español que proteste ante el marroquí por la expulsión
violenta de observadores españoles en el Sahara que se viene produciendo desde hace varios días.
Ante esas expulsiones, y tras el silencio del Gobierno de España, los
activistas decidieron ocupar el Consulado de España en la ciudad marroquí de
Agadir para demandar que el Gobierno de Rajoy se posicione por el derecho de
autodeterminación del Sahara y asuma la "responsabilidad que como potencia
colonizadora le corresponde", asegurando el cumplimiento de los acuerdos
firmados entre el Gobierno del Reino de Marruecos y el Frente Polisario en
1991, por los cuales se firmaba la Paz y se sometía la independencia del Sahara
a referéndum.
Las organizaciones que respaldan estas demandas son el Movimiento de
Solidaridad Brigadista (MSB), el Área de Juventud Federal de Izquierda Unida
(IU), la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) y el Partido Comunista
de España (PCE). Justificando las expulsiones, el Ministerio marroquí del
Interior hizo alusión a 19 activistas, 15 de ellos españoles y 4 noruegos,
asegurando que eran "periodistas que entraron en el territorio nacional sin
revelar sus verdaderas intenciones, asegurando que hacían turismo".
Ahora bien, salvo el caso concreto de algún periodista, el resto de
expulsados se identificaron en todo momento como activistas de asociaciones pro
saharauis españolas y no como profesionales del periodismo. Además, la cifra
real de activistas españoles expulsados superaba la veintena.