Una
Cataluña independiente de España no tiene cabida en la Unión Europea... salvo
que, "por unanimidad", todos los Estados miembros, incluida España,
negocien un tratado bilateral de adhesión. Es decir, que una Cataluña fuera de
España, ya sea por medios legales o ilegales, jamás entrará en la UE. Así se afirma,
con toda su crudeza, en un documento del Colegio de Comisarios de la Unión en
respuesta a una pregunta de la eurodiputada del Partido Laborista Eluned Morgan
formulada para un caso similar en febrero de 2004.
El
documento fue esgrimido por la vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de
Santamaría, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros para explicar
por qué razón España no va a solicitar ninguna información suplementaria a la
Unión Europea sobre una eventual situación de independencia en Cataluña. Este
documento aparece unos días después de que la vicepresidenta y titular de Justicia de la Unión,
Viviane Reding,
enviara una carta al secretario de Estado para la Unión Europea,
Íñigo Méndez
de Vigo, afirmando que una Cataluña independiente quedaría automáticamente
fuera de la Unión, y por tanto España tendría la última palabra para poder
aceptar su posterior entrada en el club comunitario.
Por si
no había quedado claro, el documento que ha mostrado la vicepresidenta Sáenz de
Santamaría hace ociosa cualquier otra interpretación, incluida las interpretaciones a las que nos tiene acostumbrados el ex secretario general del
PSOE y actual Comisario de la Competencia,
Joaquín Almunia, sobre éste y otros
asuntos similares relacionados con España.
El
hecho concreto es que el 17 de febrero de 2004, el Colegio de Comisarios de la
Unión Europea respondió a la eurodiputada del Partido Laborista británico,
Eluned
Morgan (Cardiff, Gran Bretaña, 1967) adscrita al Grupo Socialista del
Parlamento Europeo, cuando se interesó por un caso similar al que plantea el
Gobierno de
Artur Mas en Cataluña.
Entonces,
la eurodiputada formulaba al Comisariado europeo cuatro preguntas: dos tenían
que ver con el caso de Argelia y Francia y otras dos se ampliaban a otras posibilidades
dentro de los Estados miembros. Preguntaba Morgan:
- "¿Puede confirmar la Comisión, que si un Estado miembro
se divide como resultado de una decisión democrática regional, en la cual
solicita su independencia, se podría aplicar el precedente establecido por
Argelia?".
- "¿Puede la
comisión explicar, exactamente, lo que sucedió en el caso de Argelia?".
- "¿Podría confirmar
la Comisión, si una región independiente tendría que salir de la UE y pudiera
luego, solicitar de nuevo su adhesión?".
- "¿Una aplicación
de este tipo, requiere una renegociación de los tratados en una Conferencia
extraordinaria y llegar a un acuerdo unánime de los 25 Estados miembros [cifra
de Estados que formaban la UE en ese momento]?".
Es necesaria la regla de
la 'unanimidad'Las últimas dos preguntas
son las que tienen que ver expresamente con el caso español. Y los Comisarios europeos
decían entonces: "Las Comunidades Europeas y la Unión europea, han sido
establecidas por los tratados relevantes entre los Estados miembros. Los
tratados se aplican a los Estados miembros (Art.299 de dicho Tratado). Cuando
una parte del territorio del Estado miembro deja de ser parte de éste; ejemplo:
que este territorio se convierta en un Estado independiente; los tratados ya no
se aplicarán en dicho territorio; en otras palabras; una nueva región
independiente, por el mismo hecho de su independencia, se convierte en un
tercer país con respecto a la Unión y por ende, los Tratados ya no son
aplicables en su nuevo territorio".
La Unión Europea añadía
entonces que "según el Artículo 49 del Tratado de la Unión Europea, cualquier
Estado Europeo que respete los principios enunciados en el Art. 6(1) del
tratado de la UE podrá solicitar el ingreso como miembro de la Unión",
pero advertía seguidamente que "para que ésta aplicación proceda, se
requiere que la solicitud sea aceptada por el Consejo por unanimidad, un
acuerdo negociado entre el Estado solicitante y los Estados miembros sobre la
base de las condiciones de admisión establecida en el Tratado. Este acuerdo
está sujeto a la ratificación de todos los Estados Miembros y el Estados
solicitante".
Es decir, que una
Cataluña independiente saldría inmediatamente de la Unión Europea y si quería
pertenecer a ese club, debería iniciar negociaciones de adhesión, pero no
podría en ningún culminar esas negociaciones si España la rechazaba. Parece
evidente que una Cataluña independiente como la pide Artur Mas no entraría jamás
en la Unión Europea.
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Lean el documento
mostrado por Sáenz de Santamaría pinchando aquí (pdf, en inglés)