Médicos: examen cada cinco años
martes 30 de octubre de 2012, 11:05h
Los médicos tendrán que
pasar una evaluación anual que medirá su rendimiento y cada cinco años pasarán
una reválida para seguir ejerciendo, según se ha anunciado desde el Ministerio
de Educación... de Gran Bretaña. No se asusten, en España, en la mayor parte de las profesiones -la de médico o la de
abogado son dos ejemplos de que quien no se actualiza permanentemente queda
fuera de juego y no puede ejercer porque no sabe- basta con estudiar una
carrera durante cuatro años para que ese título universitario, no profesional,
te acredite para trabajar toda la vida. Aunque sepas más bien poco o aunque lo
que hayas aprendido sea insuficiente para ejercer bien una profesión. Los médicos
sí tienen un MIR que forma posiblemente los mejores profesionales de Europa y
los abogados van a tener un máster de acceso a la profesión que, tras los
recortes y las presiones, tal vez se quede en poca cosa. Pero el resto...
¿Se imaginan ustedes que
los funcionarios públicos pasaran cada cinco o diez años un examen que
acreditara que siguen teniendo la preparación adecuada para ejercer su trabajo?
Hablamos de catedráticos, profesores y maestros que deben actualizar sus
conocimientos, investigar, conocer las nuevas realidades tecnológicas y
pedagógicas. También de jueces. ¿Cuántos pasarían el examen? Si se hace con los
pilotos de líneas aéreas, por ejemplo, por qué no con otros y, como en el carné
por puntos, se les da un aviso y otro hasta que pierdan el carné y no puedan
ejercer. Hay que garantizar al ciudadano que el profesional que les atiende
está adecuadamente capacitado para ello.
No excluyo a nadie. Los
periodistas podemos aprobar una carrera de no demasiada consistencia o hacer un
máster y ejercer sin necesidad de actualizar sus conocimientos nunca más. Si
ese examen se lo hiciéramos pasar a muchos tertulianos de la radio o a la tele,
y previamente les hubiéramos quitado el carné de afiliación política, muchos se
quedarían desnudos de conocimientos y de argumentos. Pero si lo hacemos con los
políticos, la cosa sería aún más grave. Para ser taxista, el Ayuntamiento de
Madrid va a exigir al menos haber aprobado la ESO. Sin embargo, para ser
ministro o presidente del Gobierno no es necesario ni siquiera haber pasado por
la escuela. Otro tanto se puede decir de los consejeros de algunas Cajas de
Ahorro, por ejemplo, que sin ninguna credencial y sin ningún conocimiento han
ocupado sillones remunerados con sueldos de seis cifras. No es de extrañar que
el sistema financiero haya quebrado. Lo que no es de recibo es que ellos y
quienes les propusieron se vayan de rositas y los ciudadanos paguemos el
desaguisado.
Necesitamos buenos
profesionales cuando salen de la Universidad -y eso requiere esfuerzo, disciplina,
alta exigencia- y necesitamos actualizar nuestros conocimientos de forma
permanente si queremos ser un país competitivo. Como tenemos telarañas en la
caja fuerte, la única salida, a medio plazo, es potenciar el capital humano.
Solo eso puede salvarnos.