El pasado 29 marzo, los sindicatos
organizaron una huelga general que fue un fracaso. Ahora lo vuelven a intentar
y convocan una segunda para el 14 de Noviembre. Pretenden paralizar el país, pues han de saber
que si lo consiguen, la economía nacional perderá más de 5.000 millones de
euros. ¿Así se produce más riqueza? ¿Así se contrarresta el déficit y se alivia
la deuda? ¿De esta forma se sale de la crisis? ¿Con huelgas generales cada ocho
meses?
Esta es la solución sindical para solucionar
el paro, no ir a trabajar. La huelga general no genera empleo, los trabajadores
que la secunden no cobrarán una jornada de salario, y las empresas tardarán
en recuperar su actividad normal. Ahora que el hecho de seguir
trabajando parece una proeza, la huelga general es una ruleta rusa.
Pero lo grave de esta convocatoria no
es el disparate sindical que se empeña en pedir imposibles para ayer, sino la reacción
del partido socialista afirmando que "sobran razones" para convocarla. Hay que exigirle a la oposición, más sentido
de estado. No puede uno apuntarse alegremente al "cuanto peor, mejor", porque
eso es jugar con fuego.
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