Las encuestas realizadas
a pie de urna para la Forta ofrecen unos resultados realmente alucinantes:
Núñez Feijóo arrasa en Galicia, donde se hunden socialistas y nacionalistas y
donde ese triunfo se interpreta en las filas del PP como un respaldo a la
política de recortes de Rajoy. En Euskadi la cuestión es muy distinta: no
solamente gana el PNV de Urkullu, sino que Bildu se constituye en segunda
fuerza política y el PP de Basagoiti y el PSE de López se hunden
irremisiblemente.
Los datos en
Galicia, según las encuestas a pie de urna para las televisiones autonómicas,
no por esperados son menos espectaculares. El actual presidente gallego,
Alberto Núñez Feijóo, no solamente revalida su mayoría absoluta, sino que
literalmente arrasa en los sondeos: obtendría entre 39 y 42 escaños, cuatro más que los
que obtuvo en 2009, que fueron 38, la mitad más uno necesaria para gobernar la
Xunta.
Esos cuatro
escaños más que lograría el PP gallego lo hace gracias a la debacle total de sus
oponentes. Por un lado, el gran fracaso electoral que cosecharía el candidato
socialista a la Xunta,
Pachi Vázquez, que podría bajar nada menos que 7 escaños con
respecto a 2009, quedándose entre 18 y 20, cuando en 2009 obtuvo 25 escaños.
Pero no menos
importante es la debacle del actual Bloque Nacionalista Galego (BNG) de
Francisco Jorquera, al que el histórico nacionalista
Xosé Manuel Beiras, que se
presenta como cabeza de cartel de la coalición EU+Anova, le podría quitar nada menos
que hasta 5 escaños. Según las encuestas de la Forta, el BNG se quedaría entre 7 y 8 escaños
(en 2009 tuvo 12) y la coalición que encabeza Beiras podría obtener entre 8 y 10 escaños. Es
evidente que Beiras, que viene escindido del BNG, causa mucho daño electoral
tanto al PSdG como al Bloque Nacionalista Galego. Y de tanta debacle, quien se
beneficia es el candidato del PP, Alberto Núñez-Feijóo, que no sólo gana, sino
que aplasta.
Arrasa el
nacionalismo vasco; el PSE se hunde por completoAhora bien,
según esos mismos sondeos de la Forta, en las elecciones en Euskadi ocurriría
justo lo contrario: el nacionalismo vasco arrasa y los partidos considerados
como españolistas, PP y PSE, se hunden. Estos sondeos a lo 'vietnamita' no
dejan lugar a dudas: Bildu, la aparente resultante de los esfuerzos de los
abertzales de izquierda, la fuerza que representa los intereses de la
ilegalizada Batasuna obtendría entre 23 y 26 escaños, situándose en la segunda fuerza
política de Euskadi.
El PNV sería el
más votado, sí, con entre 24 y 27 escaños, pero perdiendo nada menos que cuatro con respecto
a las elecciones de 2009. Es decir, que el voto nacionalista, tan dividido como
estuvo hace tres años, ahora se ha ido en una gran parte hacia Bildu, que
representa precisamente la oferta más radical.
Por el
contrario, el PSE de
Patxi López, que obtendría entre 13 y 15 escaños, habría perdido nada
menos que unos 10 con respecto a 2009. Esos resultados, de confirmarse, provocarían
un auténtico terremoto en el interior del socialismo vasco y español. Ahora
bien, siguiendo esta misma senda, el PP de
Antonio Basagoiti se hundiría
también, bajando 3 escaños con respecto a 2009 y quedándose, por tanto, entre 9 y 11.
Sólo UPyD se mantiene: convalidaría el único escaño que tuvo hace tres años, aunque podría quitárselo Izquierda Unida, según estas encuestas a pie de urna.
Si estos
resultados son finalmente así, el problema se plantea a
Iñigo Urkullu, que gobernaría
en Ajuria Enea pero ¿apoyándose en quién? Con sus 24 ó 27 escaños necesitaría 1o ó 12
para gobernar con mayoría absoluta, y sólo se lo podrían dar el PSE o Bildu. Dado
que con estas cuentas Basagoiti queda fuera de juego, ¿hacia quién se
acercara el futuro
lehendakari del PNV?
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