El Gobierno empieza a admitir que no cumplirá el déficit
miércoles 17 de octubre de 2012, 16:49h
Medios
gubernamentales admiten en petit comité que España no podrá cumplir con el
déficit fijado para este año, que se sitúa en el 6,3 % del Producto Interior
Bruto (PIB). Aunque, eso sí, aseguran a este diario e-Xclusivo que 'nos
quedaremos cerca de la cifra fijada'. En todo caso, el Gobierno ya estudia
pedir a Bruselas otra 'flexibilización' en el 'adelgazamiento' del déficit,
basándose entre otras cosas en el 'balón de oxígeno' que ha dado a España la directora
del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde.
Hasta
hace escasas fechas, concretamente hasta el Consejo de Ministros del jueves 27 de
septiembre, cuando se aprobaron los Presupuestos Generales del Estado para 2013,
el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, apuntaba radicalmente por el
cumplimiento exacto del objetivo de déficit: a la pregunta de si se mantenía el
objetivo de déficit, Montoro dijo, textualmente, "la respuesta es: año
2012, sí o sí. Cuando los ingresos están ahí y se tocan, eso da mucha
seguridad".
Esa era
la baza de Montoro, pero parece que la partida la está ganando otro sector
económico del Gobierno que, al igual que Lagarde, opina que España debe
mantener su intención de cumplir los objetivos, pero que es más fácil conseguir unos objetivos con un plazo mayor en vez de con mayor velocidad. En esa línea está, por ejemplo, el ministro
de Economía, Luis de Guindos, que reconoció en la cumbre del FMI en Tokio que
la posibilidad de que "la Comisión revise un poco el calendario de
reducción del déficit es algo que ya forma parte del planteamiento
general".
Así las
cosas, la estrategia española parece pasar ahora por 'subirse' a una corriente que se
estaría gestando en diversos países de la UE para plantear la opción de
que la Unión establezca unos plazos más largos para cumplir con los objetivos
de déficit de determinados 'socios'. España apoyaría esas tesis, y medios gubernamentales consultados por diario e-Xclusivo tratan de argumentar frente a Bruselas
-y especialmente frente a Alemania- que sí, que hay que reducir el déficit, pero
que una política exclusiva de austeridad puede tener -y de hecho tiene- efectos de recesión, según reconoce hasta el Fondo Monetario Internacional.
En todo
caso, estos planteamientos no se abordarán en firme hasta noviembre, cuando se
conozca de verdad cuáles van a ser los ingresos fiscales -que pueden no ser tan
optimistas como lo planteaba Montoro en septiembre-, y sobre todo cuando se vean
las nuevas proyecciones de la Comisión Europea, tanto de crecimiento como de
déficit público.