Los Reyes presidirán este viernes el desfile militar con motivo de la
Fiesta Nacional, el primero desde que Mariano Rajoy es presidente del
Gobierno, y que este año tendrá la austeridad como protagonista: la
parada se limitará prácticamente al paso de unidades a pie, sin carros
de combate, ni 'cazas'.
Con esta medida, el Ministerio de Defensa pretende ahorrar hasta un
65% respecto a 2011, cuando se gastaron 2,8 millones de euros. El
recorte afectará también a la llegada de la enseña nacional a la Plaza
Cánovas del Castillo, donde se situará la tribuna presidencial, ya que
este año no será portada desde el cielo por un especialista de la
Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire.
Aunque se mantiene el recorrido del año pasado y la ubicación de
la zona presidencial, se reduce también tramo por el que discurrirá el
desfile, que partirá desde la puerta principal del Jardín Botánico hasta
la Plaza de Colón, en lugar de hacerlo desde Atocha como el año pasado.
Esta distancia la recorrerán los 2.600 militares que desfilarán este
año, unos 400 menos que el año pasado.
Frente a los 147 vehículos pesados y 55 aviones que salieron a las
calles en 2011, este año sólo lo harán 50 vehículos ligeros -'Aníbal' y
motos de la Guardia Real- y los siete aviones de la Patrulla Aguila,
que harán dos pasadas.
No asistirán los Duques de PalmaJunto a los Reyes, asistirán al desfile los Príncipes de Asturias y
la Infanta Elena, pero no los duques de Palma, según ha confirmado la
Casa del Rey. La Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín se mantienen
apartados de la agenda oficial de la Familia Real precisamente desde el
12 de octubre del año pasado, última actividad oficial en la que
participaron antes de que estallara el escándalo judicial en el que el
yerno del Rey está imputado.
Acudirán también, entre otras autoridades, el ministro de Defensa,
Pedro Morenés, el presidente de la Comunidad de Madrid,
Ignacio
González, la alcaldesa de la capital,
Ana Botella, y el jefe del Estado
Mayor de la Defensa, almirante
Fernando García Sánchez.
Algunos de los ciudadanos que se acerquen al Paseo del Prado y el
Paseo Recoletos para ver el desfile podrán seguir también lo que ocurra
en la Plaza de Neptuno gracias a las cuatro pantallas que se colocarán
en el recorrido. El año pasado, cuando se pusieron por primera vez, hubo
una decena.
Desde estas pantallas hace un año se pidió respeto al público
asistente para los momentos más solemnes, después de que un año antes
los abucheos y peticiones de dimisión al entonces jefe del Ejecutivo,
José Luis Rodríguez Zapatero, habituales cada año, se produjeran incluso
en el homenaje a los que dieron su vida por España.
En 2011, la ubicación de la tribuna presidencial, en un espacio
menor y del que el público estaba más alejado, permitió que los gritos
no llegaran hasta la zona donde estaban las autoridades. También se
evitó anunciar la llegada del presidente del Gobierno.
La celebración mantendrá el carácter austero que ha querido
imprimir a los actos militares el ministro de Defensa, Pedro Morenés, y
que ya se estrenó en el último Día de las Fuerzas Armadas, en cuya
celebración central, en Valladolid, se eliminó la exhibición operativa,
pasando de gastar 1,53 millones de euros a 417.000.
En el desfile militar por la Fiesta Nacional Defensa espera gastar
algo menos de un millón de euros, según han indicado fuentes de este
Departamento, que explican que aproximadamente la mitad del presupuesto
corresponde a los gastos de infraestructuras. El ahorro frente a los 2,8
millones que según indica el Ministerio se gastaron el año pasado
procede principalmente de la ausencia de vehículos pesados y aviones.
Homanaje a la bandera y a los caídos Tras la llegada de los Reyes, prevista a las 10.30 horas,
comenzarán los actos, con el izado y homenaje a la bandera nacional y el
posterior homenaje a los que dieron su vida por España, tras el que los
aviones de la Patrulla Aguila harán su primera pasada.
Inmediatamente después se iniciará el desfile, que comenzará con
la sección de motos de la Guardia Real y el paso del mando del desfile,
que este año está a cargo del general jefe de la Brigada de Infantería
Paracaidista 'Almogávares' VI, general Juan Gómez de Salazar Minguez,
cuyos hombres y mujeres están ahora desplegados en Afganistán.
Tras él, irá el Estado Mayor de la BRIPAC y las unidades de
veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil y de reservistas
voluntarios, en los vehículos ligeros 'Aníbal'. Su paso lo cerrará el
primer vuelo de la Patrulla Aguila.
Seguidamente comenzará el desfile a pie, en tres agrupaciones. La
primera, al mando del director de la Academia Básica del aire, coronel
Lucas Muñoz, estará integrada por un batallón de la Guardia Real, un
batallón de alumnos de la Armada, un escuadrón de alumnos del Ejército
del Aire, un batallón de alumnos del Ejército de Tierra y un batallón
mixto de la Guardia Civil.
La segunda agrupación, al mando del jefe de la Agrupación de
Infantería de Marina de Madrid, coronel
Ramón Pérez Alonso, incluirá un
batallón mixto de la Armada, con infantes de Marina y miembros de
unidades de la Flota de Cádiz; un escuadrón del Ejército del Aire, con
efectivos de la Agrupación del Cuartel General y de las bases aéreas de
Cuatro Vientos, Getafe y Torrejón; y un batallón del Ejército de Tierra,
con 'paracaidistas', una compañía del Regimiento de Infantería
'Inmemorial del Rey' nº1 y de la compañía de esquiadores-escasladoresde
la jefatura de tropas de montaña.
Finalmente, en la tercera agrupación, mandada por el jefe del
Tercio 'Alejandro Farnesio'4º de la Legión, coronel
Antonio Ruiz
Benítez, desfilarán legionarios del Tercio de Ronda, con su rápido
avance de 160 pasos por minuto, y los Regulares de Ceuta y Melilla, que
volverán a mostrar su característico uniforme y su lenta cadencia de
desfile, a 90 pasos por minuto, antes de que las unidades a caballo de
la Batería Real y la Gaurdia Civil cierren el desfile.
Recepción en el Palacio Real
Una vez finalice el desfile, la Familia Real ofrecerá la
tradicional recepción a una representación de todos los estamentos de la
sociedad. En el besamanos estarán los Reyes, los Príncipes de Asturias y
la infanta Elena. Después compartirán un vino español con los
invitados.
El año pasado el besamanos se redujo debido a la convalecencia del
Rey tras una operación en su pie izquierdo. Debido a que todavía se
encontraba recuperándose de la intervención a la que se había sometido
el 5 de septiembre de ese año, el monarca pasó revista a un batallón de
la Guardia Real a bordo de un 'jeep' militar y después permaneció
sentado durante gran parte del desfile, gracias a que por primera vez se
colocaron sillas en la tribuna.
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