Difícil panorama el de las televisiones, especialmente para
las autonómicas. Distintos informes especializados consideran "muy
complicada" la externalización de la mayoría de las que buscan soluciones
financieras a sus grandes problemas económicos. Solamente el caso de
Telemadrid, la televisión autonómica madrileña, se contempla viable "en función
de cuál sea la valoración final que el Gobierno regional haga del Ente",
según fuentes interesadas en el caso.
Ocurre que la situación interna en Telemadrid se deteriora aún
más: el martes por la noche, el director general,
José Antonio Sánchez, tuvo
que salir del edificio, en la
Ciudad de la
Imagen, protegido por la policía, ante el acoso de grupos de
trabajadores que reclamaban explicaciones sobre el futuro de la empresa y, por
supuesto, de sus puestos de trabajo.
Tales explicaciones no existen todavía, básicamente porque
se ha entrado en la fase de las negociaciones más duras. La empresa de producción
audiovisual Vértice 360, presidida por el ex 'telefónico'
Manuel
García Durán, ha alcanzado un acuerdo con un fondo de inversiones
norteamericano (HIG) para venderle casi la mitad de su filial de servicios
audiovisuales, según informaba ayer el diario 'Expansión'. Eso
facilita a García Durán liquidez para participar en el mercado televisivo
español, donde todo se vende y muy poco se compra, con el marco de las cadenas
autonómicas en proceso de privatización o, cuando menos, de externalización de
sus servicios. De momento, Vértice presta servicios a Aragón Televisión y está
en tratos para conseguir contratos en las televisiones autonómicas de
Castilla-La Mancha y de Extremadura.
Secuoya, otra compañía que busca entrar en la liza, cerró
hace pocos días la venta de más de la mitad de sus acciones a otro fondo, N+1,
por veinte millones de euros. Y, por fin, está Mediapro, la productora de
Roures; parecería, en principio, difícil que el Gobierno madrileño facilitase
al expresidente de 'Público' el control de su 'joya de la
corona' televisiva, pero todo dependerá, por supuesto, de la oferta de
Mediapro. Otros postores posibles, como
Enrique Cerezo, o
Pedro Pérez, parecen,
en principio, poco interesados en hacerse con el control de una televisión a la
que difícilmente le llegará una suficiente porción de la tarta publicitaria,
incluso en el caso de que los gestores de Telemadrid saneen la empresa a gusto
del posible comprador del todo o de una parte de la gestión.
En cualquier caso, es decisión del Ejecutivo que preside
Mariano Rajoy impulsar, en su caso, una legislación que facilite la privatización
de las televisiones autonómicas, cuyos gastos son una fuente continua de críticas.
Pero también se enfrenta ahora el Ejecutivo del PP a la cuenta de gastos de la Corporación RTVE:
los sindicatos han difundido el rumor, desmentido por la empresa, de que se
prepararían más de mil cuatrocientos despidos, lo que ha venido a añadir un factor
de nerviosismo entre los trabajadores.
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