El
candidato del PP a la lehendakaritza, Antonio Basagoiti, ha sido muy claro este
jueves en Madrid: "El nacionalismo vasco será un problema grave o no en
función del resultado que obtengamos nosotros [el PP] en las elecciones del 21
de octubre". Basagoiti, que fue presentado por el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, pidió ayuda en forma de "respuesta unitaria, serena y firme"
del conjunto del Estado español para frenar la ofensiva abierta por el
nacionalismo excluyente y secesionista catalán y su variante vasca.
Antonio
Basagoiti, presidente del PP vasco, es ciertamente un político que habla claro.
Lo hace en Euskadi, y lo hace en Madrid, donde dice lo mismo que 'en el norte'.
Ya nos lo había adelantado en un
chat en Diariocrítico un día antes, pero este
jueves, en un desayuno en Nueva Economía Fórum, en Madrid, ha sido clarísimo:
si el PP vasco obtiene fuerza suficiente en las elecciones del 21 de octubre, y
si además la candidatura del PP gana en Álava, los no nacionalistas vascos
tendrán argumentos de sobra para parar el nuevo 'Ibarretxetismo' secesionista
que, según él, está preparando el presidente del EBB del PNV,
Iñigo Urkullu.
Ése es
el punto en el que Basagoiti ha centrado su conferencia en Madrid ante la
atenta mirada del presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, que presentó el acto.
Para él, el secesionismo no es solo una cuestión que afecta a los vascos y a los
catalanes, sino una amenaza para todos los españoles, y por ello, "España
tiene que responder como país y como nación". Y de esa manera, el
candidato popular ha pedido ayuda al conjunto de los vascos que se sienten
españoles -"somos muchos, somos mayoría"- ante una campaña electoral que
va a estar, según sus cálculos, "marcada por la deriva independentista de
Cataluña". "Hay que ganar esa sinrazón", dijo Basagoiti.
El suyo
ha sido un discurso en clave de enviar un mensaje inequívoco al nacionalismo
excluyente catalán y vasco, porque Basagoiti considera que la campaña electoral
del 21 de octubre "empezó a andar el 11 de septiembre en las calles de
Barcelona al grito de independencia y autodeterminación", y porque "el
llamado nacionalismo moderado vasco y catalán son caras de las misma moneda".
Tanto, que reconoció que "Urkullu y el PNV simplemente están administrando
su tiempo... porque el nacionalismo vasco y catalán son compañeros de viaje:
comparten estrategias y objetivos, que son la separación de España".
Y para
él no cabe duda: "Si puede [si consigue una gran mayoría en las
elecciones], Urkullu escogerá para Euskadi el mismo camino que su hermano Mas
ha elegido para Cataluña", aunque, según el Euskobarómetro, "un 60 %
de los vascos se sienten españoles". Por esa razón, Basagoiti ha sido
claro: "Tiendo la mano a todos los ciudadanos que quieran seguir siendo
españoles y parte de la Unión Europea".
En otro
orden de cosas, Basagoiti vinculó la unidad de España a la estabilidad
económica, admitiendo que el Gobierno del lehendakari Patxi López, que el PP
apoyó, hizo "cosas razonables en la primera etapa" y "demostró
que el País Vasco se puede dirigir desde parámetros distintos al nacionalismo".
Preguntado
sobre si el rescate marcará la campaña electoral en Euskadi y Galicia, el
dirigente popular ha asegurado sibilinamente que le formuló la misma pregunta a
Rajoy y que este le contestó: "Depende de las condiciones, depende de si
son buenas, si sirven o si son leoninas". "En función de eso
actuaremos. No en función del interés del PP sino del país".
En el
desayuno acaparó la atención la ex presidenta de la Comunidad de Madrid,
Esperanza Aguirre, al reaparecer por sorpresa junto a Mariano Rajoy. También
han asistido el presidente del Congreso,
Jesús Posada; el ministro de Asuntos
Exteriores,
García Margallo; el titular de Interior,
Fernández Díaz; el
director general de la Policía,
Ignacio Cosidó; el presidente de la Audiencia
Nacional,
Angel Juanes, o, en fin, la cúpula del Sindicato Unificado de Policía
(SUP), con su secretario general,
Sánchez Fornet, a la cabeza, y muchísimos
altos cargos y dirigentes del PP.