Barceló y Asociados, dice que la economía aún caiga un 0,8% en 2013 y que el paro supere el 25% en los próximos dos año
Montoro suspende: España no logrará cumplir con el déficit
lunes 01 de octubre de 2012, 14:12h
Según el informe trimestral
'Carta de Economía Española' que elabora Barceló y Asociados, Montoro no va a lograr cumplir su promesa con UE: el saldo negativo de las cuentas públicas se situará, tras una reducción
del 2,5% del PIB en un solo año, en el 6,5% del PIB, a las puertas del
6,3% fijado por Bruselas. Además los recortes y las reformas que se están realizando tendrán un efecto negativo en horizonte más cercano: El PIB caerá
todavía un 0,8% el próximo año y no habrá creación neta de empleo hasta
2014.
El esfuerzo fiscal realizado estos años no
evitará que el déficit público de España cierre 2012 en el 6,5% del PIB,
dos décimas por encima de lo comprometido con Bruselas (6,3%), y que se sitúe por encima del 4,5% marcado en 2013.
Además, los recortes y las reformas que se están realizando,
aunque permitirán estabilizar y abrir la economía a largo plazo, tendrán
un efecto negativo en horizonte más cercano: El PIB caerá todavía un
0,8% el próximo año y no habrá creación neta de empleo hasta 2014.
Estas son las principales conclusiones del informe trimestral
'Carta de Economía Española' que elabora Barceló y Asociados, en el que,
con todo, se recalca que, aunque los ajustes son un mal necesario y es
preciso seguir esa senda, la posibilidad de que el BCE compre deuda
española podría ser "un punto de inflexión" tal que ni siquiera haga falta recurrir al rescate.
El informe parte de un escenario más optimista que el del Gobierno
para 2012, con una caída del PIB del 1,4%, una décima inferior a la
previsión oficial. Sin embargo, estima que la economía caiga todavía un
0,8% en 2013, frente al 0,5% previsto por el Gobierno, y que remonte el
vuelo en 2014, con un crecimiento del 0,9%, frente al del 1,2% del
cuadro macroeconómico.
En este tránsito, Barceló y Asociados espera que "la profundidad del descenso se acentúe en el tercer trimestre del año" lastrado por la caída del consumo y que "se suavice gradualmente hacia final del año". Ya en la segunda mitad de 2013 "se deberían observar los primeros síntomas de recuperación".
195.000 NUEVOS PARADOS EN 2013.
El impacto de la caída del PIB sobre el empleo se traducirá en un
mantenimiento de la tasa de paro por encima del 25% hasta 2014, nivel
que el Gobierno no prevé superar. Concretamente, se registrarán tasas
del 25,5% en 2013 y del 25,1% en 2014.
En términos absolutos, los ocupados caerán un 1,1% en 2013
(193.000 personas), mientras que los desempleados crecerán un 3,4%
(195.000 personas). Finalmente, en 2014 podría registrarse una creación
neta de 105.000 puestos de trabajo (0,6%) y producirse un retroceso del
desempleo de 97.000 personas (-1,6%).ESPAÑA NO CUMPLIRÁ CON EL DÉFICIT.
Esta mala evolución de la economía, derivada en parte del ajuste
fiscal, permitirá que España se acerque a los objetivos de déficit
marcados para los próximos años, pero no que los cumpla.
El informe, que destaca la buena marcha del control de los
desequilibrios fiscales en las comunidades autónomas a la vista de los
resultados recogidos hasta junio, cuando su déficit se situó en el 0,77%
del PIB, señala, además, que se espera una "significativa disminución del déficit fiscal en la segunda mitad del año", ya que muchas medidas fiscales tendrán un impacto completo en esos meses.
Sin embargo, precisa que el saldo negativo de las cuentas públicas
se situará, tras una reducción del 2,5% del PIB en un solo año, en el
6,5% del PIB, a las puertas del 6,3% fijado por Bruselas.
Para 2013, "el contexto de contracción económica hará muy exigente
el objetivo de 2013, por lo que es probable que se exceda, aunque por
un estrecho margen", añade el informe. Finalmente, considera que "el mejor ritmo de actividad previsto para 2014 contribuirá a hacer que la meta para tal año sea más asequible".
DOS AÑOS MÁS DE ESFUERZOS.
En este contexto, Barceló considera que, aunque pedir un rescate
global sería la vía más directa para consolidar la rebaja de la prima de
riesgo y mejorar las condiciones para afrontar la recuperación
económica, "no puede descartarse" que la situación se normalice sin el auxilio del BCE.
Según apunta, la mejora de la confianza en las cuentas de las
comunidades autónomas, el progreso de la reforma financiera o la
reducción del déficit exterior, que este año será el menor desde 1999,
son elementos que pueden jugar a favor de España.
Ahora bien, evitar el rescate no eximirá de la necesidad de seguir haciendo "muchos esfuerzos"
para controlar el déficit fiscal durante los próximos años. Barceló y
Asociados concreta que ello pasaría por mantener las actuales medidas de
austeridad --congelación de salarios públicos y de la oferta pública de
empleo, reducción de las inversiones, etc.--, sin descartas otras
nuevas como la aceleración del calendario para elevar la edad de
jubilación a los 67 años.
MENOS DESPIDOS, MÁS SALARIOS.
En este punto, el informe hace especial hincapié en la evolución
de los costes laborales. Según indica, el coste salarial por trabajador
ha creció un 6,7% entre 2008 y 2012, pese a que no aumentó en los
últimos doce meses.
Así, la recuperación de la competitividad "se ha apoyado solamente
en la reducción de las plantillas. Si bien, los datos del segundo
trimestre del año insinúan, según el informe, que en los próximos
trimestres esta recuperación pasará "por apoyarse más en la reducción
del coste salarial", un cambio que achaca a los efectos de la reforma
laboral.
La Comisión Europea tendrá en cuenta, en el
caso de que el déficit de España este año alcance el 7,4% del PIB -en
lugar del 6,3% pactado con la UE-, que la desviación no es culpa de la
política económica del Gobierno sino de las pérdidas generadas por las
ayudas a la banca.
Así responde el Ejecutivo comunitario al ser preguntado por si
tiene previsto pedir a España más ajustes para corregir la desviación o
imponer sanciones. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, explicó
este fin de semana que las ayudas a la banca harán aumentar el déficit
de 2011 hasta el 9,4% (en lugar del 8,9% admitido hasta ahora) y
situarán este año el desfase presupuestario en el 7,4%.
La Comisión ha sido informada por el Gobierno español de las
nuevas cifras, que responden a la petición por parte de la oficina
estadística comunitaria, Eurostat, de actualizar los datos de 2011 en el
marco de los expedientes por déficit excesivo, según ha explicado el
portavoz de Asuntos Económicos, Olivier Bailly.
Eurostat examinará ahora la notificación del Gobierno español y la
clasificación que ha dado a estos gastos y publicará el próximo 22 de
octubre las cifras definitivas.
"Tendremos en cuenta el hecho de que si hay un impacto en el
déficit, este impacto se reflejaría únicamente en un año preciso, y lo
tendríamos en cuenta en nuestro análisis en el marco del procedimiento
por déficit excesivo para saber si sí o no España ha adoptado todas las
medidas necesarias", ha explicado Bailly.
En todo caso, el portavoz ha resaltado que "las pérdidas de las
entidades bancarias cubiertas por el FROB (fondo de reestructuración
ordenada bancaria) no se traducen automáticamente en déficit en una
proporción 1 a 1". "Hay una metodología particular que hay que seguir y
que Eurostat detallará en sus resultados el 22 de octubre", ha aclarado.
En Bruselas consideran que Montoro ha ido "demasiado rápido" al
dar las nuevas cifras, ya que además estas pérdidas pueden reflejarse de
diversas formas en el déficit y la deuda. La primera opción es que el
FROB absorba enteramente las pérdidas en las ayudas concedidas, lo que
sí computaría como déficit. El segundo escenario es que el Gobierno
preste al FROB, lo que se traduciría en un aumento de deuda, han
explicado fuentes comunitarias.
Si finalmente las pérdidas impactan en el déficit, la Comisión
tendrá en cuenta su aspecto "inevitable y puntual". "No es culpa de la
política del Gobierno español que el déficit se desvíe. Es el hecho de
que asuman todas o parte de las pérdidas cubiertas por el FROB", señalan
las fuentes consultadas. Y recuerdan el antecedente de Irlanda, cuyo
déficit superó el 30% del PIB en 2010 por asumir las pérdidas de su
banca.