En Galicia es un
run-run
compartido: lo que representa la candidatura de
Mario Conde y su fantasmagórico
partido Sociedad Civil y Democracia en las elecciones de gallegas del 21 de
octubre no es, ni más menos, que una escisión de la derecha de
Alberto Núñez Feijóo.
Eso lo cree, por ejemplo, el candidato socialista a la Xunta,
Pachi Vázquez,
para quien está claro que Conde, que se presenta por Pontevedra, la
circunscripción de Núñez Feijóo, introduce un elemento de distorsión que podría
quitarle a la Xunta al PP.
Es evidente que el gallego
Núñez Feijóo lo tiene difícil en esta ocasión, porque sólo podrá gobernar si
obtiene mayoría absoluta, y en las últimas elecciones se ha ido viendo que ese
resultado se juega en el último minuto y con una diferencia muy pequeña de
votos. Por eso Conde puede hacer tanto daño.
No obstante, los
socialistas gallegos juegan con otra complicación para Feijóo: la de la familia
Baltar en Ourense, que domina tradicionalmente la situación política en esa
provincia gallega y que pone en cuestión a Feijóo. Tanto es así, que en un
desayuno en Madrid, Pachi Vázquez, haciendo gala de ingenio,
ha dicho este viernes
en Madrid que "Feijóo tiene un tripartito entre Baltar, Conde y el
mismo", y que "Mario Conde es el mascarón de proa de la escisión de
la derecha gallega". Así las cosas, las elecciones en Galicia se presentan
harto complicadas.