Hay que inundar de sosiego y sentido común el
debate sobre la independencia de Cataluña. Eso no significa debilidad frente al
victimismo de los dirigentes políticos, pero lo que es necesario para los
ciudadanos catalanes y para los del resto de España es evitar que la
manipulación de la realidad por intereses políticos partidistas y particulares
enturbie las relaciones entre todos los españoles. Algunas cuestiones básicas:
si hay desequilibrio en la financiación de Cataluña y en la balanza fiscal, que
se corrijan los errores gravísimos heredados del gobierno
Zapatero, pero hay
que tener en cuenta que esa cuestión no es bilateral entre Barcelona y Madrid,
atañe a todas las comunidades autónomas. Habrá que ver las cuentas sin pasión
para darnos cuenta de que en lo que respecta al dinero que recibe cada catalán
en el capítulo Sanidad, Educación y Servicios Sociales asciende a 2.610 euros
mientras que, por ejemplo, un canario recibe 2.100. La revisión del sistema nos
puede aportar datos muy esclarecedores. Si Cataluña tiene una deuda de más de
40.000 millones de euros será debida a la pésima gestión de sus dirigentes en
estos últimos años, Tripartito y Ciu. Y no sólo en época de crisis profunda,
sino en los años de gran abundancia donde la reclamación era la reforma del
estatuto, cuyo referéndum sólo fue votado por la mitad de los catalanes.
El
presidente de la Generalitat habla de los deseos del pueblo catalán por la
relevante manifestación de la Diada del pasado 11 de septiembre; se arroga una
representación que no tiene porque muchos millones de catalanes no fueron a esa
manifestación. Y en definitiva, lo que está consiguiendo el señor Mas es que ya
no hablemos de la necesidad de rescate que tiene Cataluña, esos 5.020 millones
de euros que pide al resto de España, para hacer frente, principalmente, al
vencimiento de más de 4.000 millones de los Bonos Patrióticos. El portavoz del gobierno catalán, Señor
Homs,
comparó en una radio catalana al Estado español con un león y a Cataluña con
una gacela. Se equivoca el señor Homs porque la realidad en este caso es que el
león va a dar de comer a la gacela. Esa es la verdadera realidad porque la
gacela está muy debilitada por la gestión de sus dirigentes políticos. Lo demás
sólo pretende confundir a los catalanes y al resto de los españoles.
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