Mas llega a Madrid con la intención de que Rajoy escuche "atentamente y sin prejuicios" sus planteamientos y de convencerle de que el pacto fiscal
no es un problema, sino la solución al encaje de Catalunya en España.
Pero también advertió el president antes de partir de que Catalunya
"hará su camino pase lo que pase", Todos los expertos están en las mismas, Rajoy contestará con un 'no' rotundo a la propuesta.
El presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, pedirá este
jueves al presidente de la Generalitat de Cataluña,
Artur
Mas, que no provoque más inestabilidad institucional con una
convocatoria anticipada de elecciones como respuesta a la negativa del
Ejecutivo central ante el Pacto Fiscal que está proponiendo el presidente
catalán.
El jefe del Ejecutivo dará una respuesta "razonada" a las demandas
del dirigente nacionalista, encabezada por dos hechos: el principio de igualdad
de trato que fija la Constitución para todas las CCAA y el hecho de que no hay
dinero para configurar ahora ningún otro modelo de financiación. No obstante,
Rajoy está dispuesto a tenderle una mano y no se mostrará inflexible a la hora
de mejorar el sistema en un futuro, ya que el actual caduca en 2014.
En esta contestación ha dejado claro que no aceptará el
"Concierto" económico que pide CiU y ha recordado que el actual
sistema de financiación autonómica fue aprobado por la Generalitat y con el
apoyo de CiU. No obstante, Mariano Rajoy ha tendido la mano al afirmar que el
sistema de financiación "puede mejorarse" en un
futuro. Probablemente en 2014, cuando caduque, como apuntaba este miércoles el
ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, quien
dejaba claro también que el sistema debe ser igual para todas las CCAA de
régimen común.
¿Qué supone para España el pacto fiscal catalán?
El Ejecutivo catalán
pretende tener una agencia que gestione, recaude, liquide e inspeccione todos los impuestos estatales
soportados en Catalunya, o lo que es lo mismo se trata de negociar un sistema de financiación específico
para Cataluña inspirado en el modelo foral que se aplica en el País Vasco y
Navarra. Entre las dos, utilizando datos de 2010, representan un 8% del
PIB español. Cataluña
representa el 18,6%. Restar al Gobierno español un 8% de la autonomía fiscal es
un mal soportable. Restarle cerca del 27% sería muy preocupante.
Un reciente estudio del Instituto de Análisis Económicos del
CSIC sobre un supuesto Pacto Fiscal para Cataluña, anuncia que las pretensiones
de Artur Mas nos saldrían muy caras al resto de comunidades de España.
Su autor, el economista Ángel de la Fuente, desvela cómo esa hipotética
situación de seguir el ejemplo vasco exigiría unos recursos adicionales para
Cataluña que rondarían los 11.000 millones de euros, los cuales saldrían del
sistema de financiación del resto de comunidades, el cual se reduciría un 8%.
Es decir, que las diferentes autonomías dejarían de ingresar ese dinero para
que la Generalitat tenga su Pacto Fiscal. Estas cifras se calculan con datos de
2007 (último año base para el cálculo del cupo vasco) y, según asegura el
autor, este sería el escenario más parecido al que reclama Mas.
El sistema de financiación vasco cuenta con una caja única que gestiona, a su manera, los ingresos recaudados. Los expertos consultados por este periódico nos señalan que la verdadera intención de los catalanes, al solicitar este nuevo concierto fiscal, es 'manejar' el cupo, esto es, la cantidad que la comunidad entrega al gobierno central. "Comunidades como Navarra y País Vasco han negociado desde hace mucho tiempo el tema del cupo. El País Vasco ha tenido un cupo muy bajo por las presiones políticas, el terrorismo, ... Y Artur Mas, con su presión independentista, mostrado con creces en la pasada Diada, tendría fuerza para negociar un cupo muy bajo. Así, la mayoría de lo recaudado se quedaría en casa", nos aclarán.
La gran diferencia entre Cataluña y, País Vasco y Navarra, es que
estas dos últimas tienen sus concesiones fiscales aprobadas en la Constitución. Las de Cataluña, no. Y hoy por hoy, no está claro que se vaya a tocar en base a estas peticiones. "Porque existe una Ley de Financiación posterior (2009), que fue aprobada con el respaldo de Cataluña, en donde no se hace ninguna salvedad ni mención a estas reivindicaciones fiscales actuales", finaliza el experto.
"No hay dinero"
Pero Mariano Rajoy tiene claro que este no es el momento, entre otras
razones porque, como esgrimen desde el Gobierno, "no hay dinero" para
nada y menos para embarcarse ahora en modificar el sistema de financiación de
las CCAA.
Por ello, será difícil que Rajoy pueda convencer a Artur Mas con una
incierta propuesta, que podría producirse a dos años vista, teniendo en cuenta
que la reivindicación del nacionalismo catalán, hace una semana, se acercaba
más a la independencia que al pacto fiscal.
No obstante, en este contexto, en el Gobierno recuerdan los "saltos
políticos" que ha dado Artur Mas, quien en 2006 fue al notario a firmar su
compromiso de que no pactaría con el PP si ganaban las elecciones autonómicas.
Unos años después y ante la posibilidad de gobernar sin tener mayoría absoluta,
CiU anunciaba que rompía con el notario y dejaba la puerta abierta a acuerdos
con los populares, con los que finalmente ha sacado adelante los presupuestos
catalanes de los últimos años.
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