El plan de Rubalcaba: desestabilizar el gobierno (y el país)
miércoles 19 de septiembre de 2012, 18:35h
Cuando observé el lunes la entrevista
en TVE a Pérez Rubalcaba pensé que su discurso era bastante contradictorio,
pero en la sesión de control de este miércoles me parece que ya ha elegido
colocarse de un lado de sus dudas; vamos que ya tiene un plan,
desafortunadamente bastante peligroso para el país. Me explicaré.
En la entrevista del lunes, Rubalcaba
me pareció contradictorio porque de un lado, cuando le preguntaban sobre si
sería candidato de su partido en los próximos comicios, aseguraba que para las
elecciones faltan todavía cuatro años y que no era este el momento de
preocuparse de tales asuntos. Pero de pronto, en otro momento, llegó a asegurar
que el problema actual es que a Rajoy se le está escapando el país de las
manos. Claro, uno inmediatamente se pregunta: si esto último es cierto, este
país no puede darse el lujo de esperar cuatro años más con este timonel. Es
decir, sería irresponsable que el líder de la oposición crea de verdad que el
país se está desbarrancando y no haga nada para remediarlo. Y la disyuntiva
parece clara: o se juega por descabalgar a Rajoy lo más rápidamente posible, o
todo lo contrario, se juega por un pacto de Estado que fortalezca la capacidad
de gobierno, aunque eso signifique hacerlo con Rajoy.
Pues bien, a juzgar por su
intervención de hoy en el Congreso, parece que Rubalcaba ya ha optado por la
primera solución. Siguiendo con la línea de que Rajoy no controla la situación,
Rubalcaba ha afirmado que el gobierno actual no sólo es antisocial sino que no
tiene capacidad de gestión económica. Ya no es un problema de si su política
económica es buena o mala, sino simplemente que el gobierno de Rajoy no es un
buen gestor económico. Claro, no hace falta tener mucha memoria para recordar
que al comienzo del verano esa era precisamente la acusación que comenzaba a
hacerse desde la extrema derecha (económica y política) para pedir la dimisión
de Rajoy y nuevas elecciones.
El asunto es demasiado grave, porque
más allá de juicios de intenciones, este intento actual de Rubalcaba de darle
al gobierno bajo la línea de flotación sólo puede tener un destino objetivo:
desestabilizar definitivamente el gobierno de Rajoy hasta lograr su caída. Cabe
entonces la pregunta: ¿será que es posible desestabilizar el gobierno electo
sin provocar hoy una desestabilización del país? Pues lo cierto es que así, a
primera vista, parece condenadamente difícil; pero pensándolo más rigurosamente
ya el simple riesgo que comporta esa perspectiva debería ser suficiente razón
para descartarla. Hay cosas con las que no se debe jugar y la quiebra de la
convivencia pacífica del país es una de ellas.
Pero entonces ¿cuál será la causa de
que el PSOE esté optando por una estrategia tan peligrosa e irresponsable? Pues
no encuentro otra que la que ya he descrito más de una vez en estas páginas: su
extrema debilidad política. No ha sido casualidad que las acusaciones que hoy
hiciera Rubalcaba tuvieran como base de partida la referencia a las movilizaciones
del 15 de septiembre. La presión de la calle está subiendo y eso amenaza con
dividir el PSOE, que hoy no tiene fuerza para orientar esa presión social sino
que se siente simplemente arrastrado por ella. Por eso el lunes Rubalcaba daba
bandazos entre la oportunidad y la responsabilidad, pero hoy ya parece decidido
a ponerse del lado de la protesta social sin ambages. Ya no importa tanto la
discusión sobre si es posible otra política económica dentro del euro, más allá
del malestar social que pueda provocar. Ahora se trata de poner en cuestión de
manera definitiva la capacidad de gestión de Rajoy, aunque ello suponga un
riesgo de ingobernabilidad del país. ¡Qué manera tan formidable de cargar de
razón histórica a la derecha!
Claro, alguien podrá preguntar si es
que existe una política socialdemócrata alternativa a esa estrategia
irresponsable en la que avanza el actual PSOE. Pues lo cierto es que no hace
falta ser muy brillante para identificarla: se trata de elegir a favor de la
segunda opción en la disyuntiva que se plantea, es decir, hacer de la política
del pacto de Estado el eje central de la actuación frente al gobierno. Dicho en
otros términos, arrinconar al gobierno no torpedeando su línea de flotación,
sino arrinconarlo con la necesidad inevitable de la concertación, que tiene hoy
el apoyo mayoritario del electorado. Claro, la política del pacto de Estado no
es la preferida por los ciento de miles de manifestantes del pasado 15 de
septiembre. Pero la cuestión es saber si un verdadero partido socialdemócrata
es el que, en una situación de crisis profunda como la actual, se deja
arrastrar por la política del acoso y derribo del gobierno (que si es la
preferida en las manifestaciones, desde luego) o elige la estrategia del pacto
de Estado a favor de la estabilidad del país. Pero claro, si elije esta segunda
opción responsable, se tiene que enfrentar la pérdida de bastantes plumas
(rojas) por cuanto significa tener que apoyar al gobierno en asuntos claves, a
pesar de sus evidentes falencias. Y para enfrentar esa perspectiva se necesita
tener un partido fuerte o tener mucho carácter. Y ninguna de ambas cosas
parecen caracterizar al PSOE actual de Rubalcaba.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (3)
13453 | Cuquiña - 21/09/2012 @ 00:16:24 (GMT+1)
Al malvado Rubalcaba ya lo conocemos. Tiene la desvergüenza, el desparpajo y el cinismo de aparecer en el Congreso de los Diputados hablándole al PP como si él fuera un becario recién llegado a la política, sin querer responsabilizarse de un gobierno que durante 4 años frenó las medidas para que no llegáramos a la ruina donde estamos. Los socialistas son responsables, porque no se endereza un país en la miseria y lleno de chorizos, especialmente socialistas. Su cara dura no tiene límites, pero los españoles no confiarán en este partido durante decenios y sus cuadros son de tercer nivel.
13431 | Enrique Gomáriz Moraga - 20/09/2012 @ 16:58:45 (GMT+1)
Estimado Pikerton, en primer lugar la afirmación de que Rajoy es enemigo del Estado de Bienestar es un juicio de intenciones, de los tiempos de la Inquisición. Pero incluso si fuera cierto todo lo que dices, la pregunta sobre cual debe ser la respuesta socialdemocrata sigue en pie: ¿sería echarle mas gasolina al incendio, o bien jugarse por un pacto de Estado, que abra espacios de negociación, pese a las falencias del gobierno? porque la vieja costumbre carpetovetónica de discutir gritando "y tu mas" no nos lleva a ningún lado.
13416 | Pikertom - 20/09/2012 @ 13:03:26 (GMT+1)
Las actuaciones del gobierno destinadas ha destruir el Estado de Bienestar por motivos ideológicos es lo que esta desestabilizando al conjunto de la sociedad española. El incremento de la pobreza de las familias, muchas de ellas obligadas a dormir en plena calle o a pasar hambre, es lo que esta desestabilizando al conjunto de la sociedad. Las continuas mentiras del gobierno, ídem de ídem. La chulería de ministros como el de educación o sanidad, ídem de ídem.
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