La gestión de Pablo Isla comienza a dar sus frutos

Cuando Amancio Ortega dejó en manos de Isla la presidencia del grupo, los argumentos que esgrimió fueron dos, la juventud y el conocimiento del negocio. Ambos han sido de sobra demostrados. La juventud, por su fuerte apueta por la venta en internet,  con una  "presencia global en el comercio 'online', canal que ya tiene operativo en 21 países".  Y el segundo, por los resultados que han presentado este martes, 944 millones de euros en medio año.

Tras el lanzamiento de la tienda virtual en China a principios de este mes, con una "fuerte acogida", el gigante textil tiene previsto lanzar la venta 'online' en otros mercados "selectivos", hasta establecer una presencia global. En concreto, la web de Zara ha pasado de un millón a 1,3 millones de visitantes al día, tras el inicio de la actividad 'online' en el mercado chino, lo que supone un crecimiento del 30%.

El canal 'online' centró gran parte de la conferencia con analistas, en la que Isla hizo extensivo el objetivo de la cadena insignia en Internet al resto de enseñas.

"Nuestra idea es tener progresivamente una plataforma 'online' global para todas las marcas en todos los diferentes mercados", dijo, antes de señalar el próximo lanzamiento de las tiendas virtuales de Zara Home y Massimo Dutti en Estados Unidos.

En algún momento, los analistas llegaron a apuntar que parte del crecimiento experimentado por la compañía en mercados como el americano podría explicarse por la venta 'online', un extremo que fue descartado por el directivo. "El crecimiento experimentado no se puede atribuir a un solo factor, se debe más a la fuerte ejecución del grupo como un todo", dijo.

Pero, ¿quién es Pablo Isla?

Pablo Isla no es nuevo en Inditex, en cuyo consejo de administración se sienta desde hace seis años, pero su salto a la presidencia en sustitución de Amancio Ortega no pudo ser más sonado. Isla tomó las riendas de Inditex bajo la directa supervisión del "patrón", que a pesar de dejar la presidencia sigue teniendo un puesto en el consejo de administración.

Pablo Isla Álvarez de Tejera (Madrid, 1964) es un abogado con una brillante carrera en el mundo empresarial que fue elegido para desempeñar una delicada misión: sustituir a Amancio Ortega al frente de Inditex, la mayor firma textil del mundo. No debe ser fácil reemplazar al fundador de la más exitosa de las empresas españolas, así que la compañía ha decidido otorgarle un jugoso incentivo en atención a «la trascendencia de la posición que asume».

Fuentes empresariales aseguran que esa clase de bonus son relativamente comunes, en la medida en que establecen un vínculo accionarial entre el directivo y la firma. «A los accionistas siempre les tranquiliza que el máximo responsable tenga tanto interés como ellos en que se revaloricen los títulos», explican.

Se dice que Amancio Ortega, que ha cumplido ya los 75 años, ha dejado todo atado y bien atado para que sea su hija Marta la que herede el imperio que fundó. La maniobra pasaría por que Isla timonee la compañía hasta que Marta, de 28 años, adquiera la experiencia suficiente para asumir la responsabilidad. Isla, por tanto, haría las veces de puente entre la presidencia de Ortega y la de su hija.

La transición dejó al abogado al frente del primer grupo textil del mundo. Isla, con un currículo deslumbrante (con 24 años era ya abogado del Estado), es un hombre muy bien visto en círculos empresariales y algunas quinielas le situaban al frente de la cartera de Economía en el gobierno del PP (ya fue director general de Patrimonio del Estado durante la presidencia de José María Aznar).

Casado y padre de tres hijos, desempeñó cargos ejecutivos en el Banco Popular y Altadis hasta que fue fichado por Inditex en 2005. Su labor en la firma textil le valió el reconocimiento de la Asociación Española de Directivos, que le escogió ejecutivo del año en 2008.

Quienes le conocen dicen que es una persona afable y tímida que ha asumido sin aparente esfuerzo la filosofía de Inditex, una empresa que, a imagen y semejanza de su fundador, incorpora el gen de la discreción en su ADN. Se ha integrado sin problemas en La Coruña, donde ha fijado su residencia, y mantiene una buena relación con su "patrón". Es un hombre con inquietudes intelectuales que aprecia la buena poesía, gusta de Shakespeare y tiene debilidad por el cine.