En
Castilla-La Mancha sucedió exactamente lo mismo con José Bono y José María
Barreda y con un 'plus' añadido: Barreda 'heredó' también la Secretaría
Regional del PSOE. La operación se hizo sin ruido exterior y con escasísima,
por no decir prácticamente nula, oposición interna. El control del PSOE
castellano-manchego pasó a manos de 'los de Ciudad Real' y en Albacete y Toledo nombres como Paco Pardo y Emiliano García-Page quedaron relegados a un segundo plano en sus
posibilidades -y aspiraciones- de liderar el partido. Un secreto a voces
acallado en la disciplina interna, no siempre compartida.
Las
circunstancias entonces eran parecidas a las del PP hoy aunque solo en cierta
manera. En aquel momento, los socialistas gobernaban no sólo en Castilla-La
Mancha sino también en España. En 2004, José Luis Rodríguez Zapatero 'llamaría'
a Bono a ocupar la cartera de Defensa en un gesto que muchos interpretaron como
una manera de reconciliar a dos 'facciones' de un PSOE que en el famoso
Congreso Federal le daría la Secretaría General a Zapatero por tan solo nueve
votos.
No hubo
oposición ni nacional ni regional a esta 'sucesión' que después repetiría
Manuel Chaves en Andalucía con José Antonio Griñán.
Ignacio
González quizá no lo tendrá tan fácil. No hay sintonía entre el PP madrileño y
el nacional en ese terreno, a tenor de
la opinión generalizada de que el número 2 de Aguirre no es visto con buenos
ojos en Génova donde, por otro lado, Dolores de Cospedal tiene la disyuntiva
de contrariar los deseos de la que fuera
su mentora, Esperanza Aguirre. Aunque no sería novedoso desde que el Congreso
de Valencia, en el que muchos consideran perdedora a Esperanza Aguirre, colocara
a la actual presidenta de Castilla-La Mancha 'del lado' de Mariano Rajoy.
Como
trasfondo queda el debate sobre la falta de democracia interna en los partidos
que suponen este tipo de designaciones y si, en realidad, era lo que querían
unas urnas que a quien votaron, en su momento, para presidir la Comunidad
Autónoma correspondiente fue a Bono y a Aguirre y no a Barreda o González.